Para María Ángeles Prieto, el nuevo proyecto de Ley de Bajadas Tributarias, que aprobó el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León el 15 de septiembre, ayudará a “aliviar los bolsillos de los contribuyentes” con el objetivo de “dinamizar la actividad económico, la inversión y el consumo”.

Este proyecto supondrá un ahorro de 134,7 millones de euros en esta legislatura, gracias a los 20 millones de euros de la rebaja del IRPF y con los 105,6 millones de euros de la supresión del Impuesto de Donaciones y Sucesiones, que “es para todo el mundo y no solo para las grandes fortunas como apunta el Gobierno de Sánchez”.

Además de 5,7 millones de euros en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y actos jurídicos, documentales, y los 3,3 millones en la rebaja o supresión de tributos propios y tasas.

Bajo tipo impositivo

Según David Beltrán, la bajada del primer tramo del IRPF (5,3%) colocará a Castilla y León como la segunda comunidad con el tipo impositivo más bajo en este impuesto, por detrás de Madrid. Igualmente, con este proyecto de ley se tomarán medidas que ayudarán al emprendimiento y la actividad agraria del medio rural, así como la natalidad. Por ejemplo, en los municipios de menos de 5.000 habitantes se dará 1.420 euros por el primer hijo, 2.070 por el segundo y 3.300 por el tercero.

Por su parte, Miguel Ángel García ha resaltado el ahorro que supondrá a “los bolsillos de los abulenses” estas medidas y ha asegurado que el Partido Popular “cumple sus compromisos y programa”, mientras que el PSOE  quiere “subir el IRPF o crear nuevos impuestos” siendo “una amenaza para las empresas y competitividad fiscal”.

“El Gobierno de Mañueco ha conseguido la fiscalidad más baja de la historia de la comunidad porque cumplimos con lo que prometemos y cumplimos el programa con el que nos presentamos a las Cortes de Castilla y León, que se suman a las iniciativas ya puestas en marcha por el agravamiento de la situación económica”, ha añadido Prieto.