Según la concejal Jacqueline Martín, los niños de estos grupos emplean la puerta trasera, situada junto al gimnasio, “cuyo entorno está totalmente degradado, lleno de basura, objetos peligrosos, heces de animales y restos de los botellones que todos los fines de semana tienen lugar en ese punto de la ciudad”.

Esta situación pone de manifiesto “el desinterés y la dejadez del alcalde en relación con sus obligaciones con los centros educativos de la ciudad, y se añade a otras iguales  o más graves, como es el hecho de que el pliego de limpieza de los centros educativos esté caducado y fuera de toda prórroga legal desde el 1 de julio”. 

“Si al alcalde no le interesa mantener una buena limpieza del interior de los colegios, ¿cómo le van a importar los exteriores?” se pregunta la edil, que pide la limpieza y desbroce, que “no consista en una actuación cosmética momentánea, como nos tiene acostumbrados el equipo de Gobierno”. 

Recuerda que el colegio se encuentra en una zona de la ciudad que los presupuestos participativos de hace dos años eligieron para remodelar, y en la que “no se ha movido un dedo por parte del equipo de Gobierno”. 

Martín insta a que atienda “los asuntos del día a día de los abulenses de a pie”, porque “esta ciudad ya no aguanta más demagogia, más propaganda y más desidia de quienes se ven constantemente incapaces de cumplir con sus obligaciones, perdiendo subvenciones para los abulenses, dejando morir proyectos y siendo arrollados por los plazos en los más variados asuntos".