Esto, unido a actividades como ir a la playa o la piscina, hace que se despierten muchos complejos en torno al peso, complejos que nos pueden convertir en blancos fáciles para estafas basadas en productos que promocionan una fórmula milagrosa con la que perder peso de manera rápida y fácil.
La obesidad y los productos para perder peso en España
Según la Encuesta Europea de Salud en España realizada en el año 2020, un 16,5% de los hombres y un 15,5% de las mujeres de 18 años en adelante padecen obesidad, y un 44,9% de hombres y un 30,6% de mujeres padecen sobrepeso.
Los datos resultan sin duda alarmantes, ya que evidencian un aumento significativo de personas con sobrepeso y obesidad con respecto a años anteriores.
Estas cifras se traducen en que la pérdida de peso y los problemas de imagen corporal se han convertido en temas que preocupan a gran parte de la población de nuestro país. Y muchos negocios fraudulentos o de dudosa legalidad aprovechan está circunstancia para promocionar productos que prometen una pérdida de peso milagrosa con solo tomarlos.
Nuestra legislación sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria se regula mediante el Real Decreto 1907/1996, y prohíbe de forma explícita en el artículo 4.2 que el producto en su publicidad sugiera propiedades específicas adelgazantes o contra la obesidad.
A pesar de esto, cada vez es mayor la frecuencia con la que se puede ver publicidad de productos de pérdida de peso, muchos de ellos al alcance de cualquier consumidor en los supermercados. La gran mayoría de estos productos terminan destapándose como inútiles, en los mejores casos, o directamente como estafas en las ocasiones más graves, como puede ser el caso de Slimberry, un producto que ha sido retirado del mercado por ser fraudulento.
Los afectados por las estafas de pérdida de peso
Este tipo de productos se benefician de la desesperación de los compradores, normalmente personas que han sufrido un aumento de peso repentino o que llevan mucho tiempo intentando bajar de peso sin ver resultados.
Ofrecen una solución fácil, rápida y efectiva que atrae a aquellas personas que han sufrido con sus procesos de cambio de peso y su imagen corporal, y que por desesperación acuden a ayudas menos racionales como estos productos milagrosos.
Por otro lado, este tipo de productos tienen otras víctimas indirectas, como son las personas cuya imagen se utiliza para publicitarse.
Normalmente, estos productos utilizan la imagen de personajes públicos para darse a conocer, en ocasiones incluso inventando que la celebridad en cuestión ha consumido su producto y ha logrado una gran pérdida de peso. En nuestro país, son varios los famosos que han sido víctimas como Carlos Latre, Alberto Chicote o Carlota Corredera.
Estas y otras celebridades denunciaron que su imagen había sido utilizada para promocionar productos de adelgazamiento sin su consentimiento ni conocimiento. Ellos han negado rotundamente haber consumido este tipo de productos, y han pedido a la ciudadanía que no se compren estos medicamentos, y menos aún por internet, ya que pueden ser estafas diseñadas para ganar dinero a expensas de los problemas y los complejos de personas inocentes.
Por otro lado, han expresado su preocupación con respecto a la posibilidad de que estos productos puedan ser perjudiciales para la salud de los que los consumen, ya que no están debidamente regulados ni controlados.
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