Se les imputan 11 delitos, alguno de los cuales se consumó en Ávila. También operaban en Ciudad Real, Toledo y Santiago de Compostela, según la información facilitada por la Subdelegación del Gobierno de la primera provincia.

Los detenidos son R.C.P., de 58 años; M.C.A.P., de 37, y sus dos hijos, que han sido puestos a disposición de la fiscalía de menores, mientras que la imputada es S.A.P., de 42 años y vecina de Puertollano (Ciudad Real).

Junto a la supuesta comisión de 11 delitos de estafa, se les imputa además un posible delito de tenencia ilícita de armas y un delito contra la salud pública.

Para realizar las estafas estudiaban cuáles eran las localidades más idóneas para actuar, así como las posibles víctimas, que siempre eran personas de avanzada edad por resultar éstas más vulnerables.

Igualmente, se ha sabido que siembre actuaban por la mañana, para asegurarse de que las víctimas pudieran retirar el efectivo de las sucursales bancarias, una vez que eran víctimas del timo.

Para evitar ser identificados, cambiaban continuamente sus rasgos físicos mediante cortes, peinados y cambios de pelo diferentes, o utilizando bigotes, perillas o barba.