El rescate comenzó a última hora del jueves y culminó a primera hora de la madrugada del día siguiente, tras haberse extraviado en esa zona de la Sierra de Gredos, entre la Laguna Grande y la Plataforma de Gredos.

El suceso se produjo en torno a las 22 horas, cuando el GREIM fue alertado por uno de los cinco componentes del grupo al que pertenecía, antes de que uno de ellos se extraviara por el camino.

Los componentes del GREIM, tras llegar a la Plataforma de Gredos iniciaron el ascenso a pie hasta el Mirador de Barrerones, donde habían quedado previamente con el grupo de montañeros. Allí, sus integrantes informaron de que en una garganta cercana habían podido observar una luz tenue, que posiblemente podían corresponder a señales luminosas de su compañero.

Por ello, los especialistas en montaña de la Guardia Civil siguieron las señales luminosas, hasta que finalmente lograron localizar al montañero extraviado sobre las 00.15 horas del viernes. Se encontraba en una zona de muy difícil acceso, denominada Risco de Barrerones.

Agotado

Allí, el montañero se encontraba enriscado en una zona rocosa, con claros síntomas de agotamiento, sin poder ascender ni descender.

Para ser rescatado, los miembros del GREIM tuvieron que escalar unos 15 metros aproximadamente, con una climatología adversa que complicó el rescate, ya que la zona rocosa resultó ser resbaladiza y el riesgo de sufrir alguna caída era mayor.

Tras colocarle ropa de abrigo, casco, un frontal de luz y encordarlo, se inició su descenso, utilizando para ello la técnica de cuerda corta, con el fin de asegurarlo.

Una vez en zona segura, se le proporcionó agua y comida, y se continuó con el recorrido de vuelta a la Plataforma de Gredos, donde el montañero fue transferido a los servicios sanitarios para realizarle las primeras atenciones, ya que tenía un golpe en la cabeza y una lesión en su mano derecha.