“Creemos que el circo es el arte de contagiar ilusión y con esta apuesta queremos crear magia. Hay que soñar para llegar a alcanzar y para poder volar y levantar las alas”, explicaba Miguel Pollan, uno de los siete integrantes de Nostraxladamus minutos antes de empezar la función.

Un trapecio, un mástil chino y dos cuerdas completaban la estructura de 40 metros de cable. El espectáculo, llamado ‘Volatineros’ cuenta con tres músicos que en directo hacen vibrar de emoción y trasladar “al mismo cielo” al público. Precisamente, los dos funambulistas y los dos acróbatas parecen estar levitando por encima de la muralla.

“Abrazar el riesgo, observar el mundo desde otra perspectiva, subir a las alturas a respirar otra vida. En la búsqueda del equilibrio, de evadirse de la insignificante cotidianidad para alcanzar la armonía. Vivir es un desafío y en nuestro caso es la gravedad en todos los sentidos”, decía una 'voz en off' mientras los acróbatas se preparaban para hacer posible lo imposible.

Nostraxladamus nació en 1999 con el afán de aprender, fomentar y difundir el nuevo circo y el arte del clown. 25 años después sigue al servicio del humor, la investigación y la búsqueda en la fusión del clown, circo y malabares. Cuenta con más de una docena de espectáculos producidos.

Para ‘Volatineros’, llevan preparándose “toda una vida” y es que el espectáculo consiste en “entrenar el equilibrio y afrontar el riesgo” y hacerlo “cada vez más alto”. Una obra "para sentir y dar rienda suelta a la imaginación", multidisciplinar y poética. Su próxima actuación será este viernes a las 20.00 horas en el Atrio de San Isidro.