Nacida en Guisando, Mateos se crió en el paraje de Las Herrezuelas. Al igual que la mayoría de las familias de entonces, creció en un entorno familiar de duro trabajo en el campo y, posteriormente, junto a su marido José, gracias al esfuerzo de ambos, pudieron dar estudios a su hija Maricruz. Al nacer sus nietos Celia y Álvaro, se mudó junto a su esposo a Candeleda, a mediados de los 80.

"Ejemplo de lucha, determinación y capacidad para adaptarse a los devenires del último siglo", Ángela Mateos acaba de cumplir 100 años y el Ayuntamiento de Candeleda se ha sumado a las felicitaciones por la onomástica y por "todos los valores que los mayores enseñan cada día”, según el alcalde candeledano, Carlos Montesino.

“No es más que un sencillo homenaje. Un detalle para hacerla saber el orgullo que supone para nuestro municipio poder celebrar su centenario y seguir contando con su experiencia”, ha añadido Montesino, que le ha deseado “salud y cariño”.