Del Viernes, 26 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 15 de Octubre de 2025
Espigar, Cigarra, Aldea Sonora y Carmocho fueron los cuatro grupos de la provincia de Ávila que participaron en el segundo festival de música tradicional Vettonia Folk, organizado por la Diputación Provincial y que esté año tuvo lugar en la plaza de toros de El Barraco.
Junto a ellos, los madrileños Kinnia pusieron el broche de oro a una velada repleta de música, tradición y con una mirada al pasado desde el presente en la noche del viernes.
Los primeros en sonar fueron los componentes del grupo Espigar. Desde Muñogalindo, esta agrupación trata de “recuperar las tradiciones orales y culturales a través de la música”. Sobre el escenario subieron una treintena de músicos de tres generaciones diferentes. 'A la solana', 'Los labradores', 'El sereno', 'Ay, la zarzuela', 'La molinera', 'Panaderitas' y 'Las Panaderas' fueron los temas elegidos por el Espigar para conquistar al público barraqueño y a quienes se acercaron a esta cita con la música.
Un repertorio de canciones del Valle Alberche con un pequeño guiño al Tiétar y a Cebreros, fue la apuesta de Cigarra, un grupo que surgió con la idea de investigar sobre la música tradicional de la provincia de Ávila en 1976, por lo que eran el más longevo y conocido de los que subieron al escenario.
Posteriormente, era el grupo Carmocho el encargado de “extender las tradiciones y la música castellana a las nuevas generaciones” para “que esto no termine”, tal y como apuntaba José Luis Sevillano, miembro de la formación. Entre su repertorio se encontraban las 'Seguidillas de Casavieja', la 'Ronda de Ávila', 'La casa del tío Vicente', 'Molodrón', 'Tendí el pañuelo', 'El ramo' y 'Vale más una serrana'.
El último grupo de la provincia de Ávila que se subió al escenario de la segunda edición del Vettonia Folk fue Aldea Sonora. “No nos interesa mantener las cosas como estaban, sino dar un paso adelante porque somos inconformistas y venimos de otros tipos de música como el blues, el jazz o el rock y creemos que una música tradicional contemporánea debe contemplar esas influencias”, apuntaba Pedro Almeida, miembro de Aldea Sonora y ex-componente de Cigarra, como recordaron los integrantes de esta formación,
Además, el festival invitaba, por primera vez, a un grupo de fuera de la provincia para conocer otro tipo de músicas. En este caso fue Kinnia, un grupo de jóvenes músicos de la Comunidad de Madrid que, bebiendo en la música irlandesa, ofrecieron cinco canciones de su último disco para cerrar la noche. “Componemos nuestra propia música, pero bebiendo de estas tradiciones de la mitad de España para arriba y de otras zonas de cultura celta”, explicaba Jezabel Martínez.
José María Manso, alcalde de El Barraco, se mostraba “orgulloso” de albergar la segunda edición de este festival, sobre todo, porque es un apasionado de este tipo de música. De hecho, Manso confesaba que le encantaría que El Barraco contará, de nuevo, con una rondalla.
Por su parte, el diputado de Cultura de la Diputación Provincial, Eduardo Duque, confirmaba la apuesta de la institución por la música tradicional con el deseo de mantener el festival y por aumentar “su prestigio e importancia” dentro de la provincia.
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