Y años después los arenalos regresaron, y con ellos los lazos familiares creados. Es el caso del ministro, que todos los veranos viaja a El Arenal porque es donde nació su esposa, María Ángeles Vadillo, y donde tienen casa.

Por eso Le Drian ha sido agasajado y ha recibido la llave del municipio -“la llave de la amistad y de los corazones”, ha dicho-, el bastón de mando municipal y el título de embajador de Gredos en su último día de estancia en España, y en una tarde muy calurosa en la que regresaba de entrevistarse con su colega español, Pedro Morenés. Ha hablado con él sobre la colaboración entre ambos países y de la “Europa de la seguridad”: “quizá un día puedan decir que los pasos nuevos en defensa de españoles y franceses, y también para Europa, se hayan hecho en la Sierra de Gredos y en El Arenal”.

Europa
Agradecido por el reconocimiento, el ministro francés ha hecho una llamada a la solidaridad y al europeísmo, porque tras comparar los “momentos difíciles” en que los españoles emigraron con los actuales, ha dicho que “se impone la solidaridad y más Europa que ayer” para “ayudar a todos a salir de estas dificultades”.

Al comienzo de su intervención quiso desvelar dos “confidencias”. Una de ellas es que el presidente de la República Francesa pidió a los ministros que regresasen pronto al trabajo, en concreto el 19 de agosto, pero Le Drian le advirtió que sería homenajeado, por lo que François Hollande le dijo que entre París o El Arenal eligiese ésta última localidad. La otra que hizo “muy bien” en casarse con su mujer, algo que -expresó- “ya sabía”, pero que “hoy sabe todavía más”.

Le Drian bromeó, tras recibir el bastón de mando como alcalde por un día, y pidió “calma” a los vecinos hasta que él se acostase. El lunes era el último día de las fiestas de verano, instauradas hace décadas en honor a los emigrantes que volvían en verano. El miércoles verá a Hollande y le contara el homenaje, según ha prometido.

Pensiones francesas
Por su parte, el alcalde, José Luis Troitiño, ha recordado “los años en que El Arenal vivió de Francia”, desde que a comienzos de los años 60 comenzaron a marcharse los primeros emigrantes. Algunos no regresaron y otros sí, paulatinamente: de hecho un 20 por ciento de los residentes en la actualidad reciben la pensión o una paga complementaria por los años trabajados en Francia.

“Estamos en deuda con el pueblo y con el Gobierno francés”, ha dicho, a la vez que ha destacado “la presencia francesa y de su cultura” en la localidad, donde la bandera tricolor ondea siempre en el Consistorio. Uno de los concejales es francés y alterna su residencia entre España y Bretaña, y desde hace años se mantiene un hermanamiento con Sabres, en Aquitania.

El alcalde asegura que el 90 por ciento de los vecinos entienden la lengua de Molière, y en muchos casos “las palabras se van quedando”, como cuando se refieren a la basura en su término francés, poubelle.

En el acto de hermanamiento hispano-francés, el ministro ha recibido la llave de El Arenal, una reproducción de la plaza y un libro con la historia de la emigración, aparte del nombramiento de embajador de Gredos -que ha dicho conocer bien-, entregado por el presidente de la Diputación, Agustín González. El subdelegado del Gobierno, José Luis Rivas, tuvo palabras de agradecimiento “en nombre del Gobierno y del pueblo español”.

Los himnos de ambos países interpretados por la banda de música de la localidad fue el sonido con el que empezó un acto que terminó con la ronda típica del pueblo.