Se trata de velocímetros con carácter “pedagógico”, o sea, informativo para el conductor, que en términos de tráfico sea denominan como “elementos de calmado de tráfico”.

Uno de los velocímetros se ha instalado en el paseo de Don Carmelo, en el sentido de entrada a la ciudad, en una zona donde la velocidad máxima es de 30 kilómetros por hora.

El segundo se ha colocado cerca del cementerio de Ávila, en la travesía de Antonio Álvarez, en sentido de entrada a la ciudad, donde la velocidad máxima es de 50 kilómetros por hora.

Los nuevos velocímetros aún no han entrado en funcionamiento. Uno de ellos tiene encima una cámara, como parte de la vigilancia de tráfico con las que cuenta la Policía Local. Estas dos instalaciones se unen al que funciona en la avenida Juan Carlos I, a la altura del hospital, en sentido de entrada en la ciudad.