“A pesar de estar catalogado desde hace tiempo en el inventario de la Junta, solo se han hecho prospecciones superficiales”, por lo que ahora se afrontarán las primeras excavaciones, ha contado Blas Cabrera, arqueólogo de la empresa Castellum. En la próxima Comisión de Cultura de la Diputación se van a otorgar 12.000 euros al Ayuntamiento de El Barraco con esta finalidad.

A la zona, de 15 hectáreas de extensión, se accede desde la carretera que une El Barraco a San Bartolomé de Pinares, y de ella se quiere averiguar su asentamiento y la despoblación. Situada en “una plataforma en una estribación montañosa volcada hacia el mediodía”, es un terreno de pastos con alguna encina y granito donde se conservan enterramientos, si bien alguno fueron “alterados” porque fue superficie cultivada, según ha explicado Cabrera.

Allí también se encuentran los restos de lo que se cree fue la ermita de Santo Domingo de Guzmán, que han sido utilizados como “encerradero de ganado”, en los que se observa lo que pudieron ser las distintas dependencias del templo.

En la zona se distinguen, según el arqueólogo, “ocho núcleos de enterramientos con tumbas de tipo visigodo y lajas de granito” que son de procedencia “al menos altomedieval”, pero que podrían ser visigodo, de la Alta Edad Media o época óscura, que se calcula entre los siglos VIII y XI.

Los trabajos, que se iniciarán en agosto o septiembre, consistirán en sondeos arqueológicos en varias zonas, según ha indicado el diputado provincial de Cultura, Eduardo Duque, que ha presentado el proyecto junto al alcalde de El Barraco, José María Manso. Duque ha advertido que este es uno de los yacimientos de la provincia que más expolios ha sufrido.