Del Viernes, 26 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 15 de Octubre de 2025
La trayectoria de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha sido destacada en la presentación de un libro dedicado a esta organización fundada en 1946.
La HOAC “ha servido para que la Iglesia estuviera más cerca de las realidades más sufrientes de mundo obrero y del trabaja, para que fuera consciente de esas realidades, a la vez que para el mundo del trabajo conociera la propuesta de la doctrina social de la Iglesia”, según ha manifestado Abraham Canales Fernández que, junto a Teresa García Gómez, firman la obra.
En ‘Ahora más que nunca, el compromiso cristiano en el mundo del trabajo’ se recoge la historia de la organización, pero también diferentes experiencias de compromiso de militantes de la HOAC que ratifican “lo que dice el papa Francisco en el prólogo, que el mundo del trabajo sigue siendo una realidad que debe tener todas las atenciones posibles”, porque “la Iglesia sigue pensando que el trabajo es una forma de creación, en términos teológicos, de ganarse el pan y apostar por el crecimiento personal, de compartir con otros, de un compromiso que ahora más que nunca es necesario”.
Y es que esta organización, según Canales, propone “la necesidad de un trabajo decente para todos que, si bien parece una obviedad, se encuentra en tela de juicio” porque “las sociedades no permiten que lo haya”, por eso la opinión de la HOAC mantiene “una opinión crítica a favor de la dignidad del trabajador, de que su empleo respete a la persona”.
De hecho, según el autor, que es responsable de las publicaciones de la HOAC, la postura de esta entidad “no ha sido bien entendida en algunos ámbitos eclesiales”.
Compromiso
El libro “aborda lo que pensaba Guillermo Rovisora, el promotor y primer militante de la HOAC, que llevó a cabo el encargo de los obispos españoles para poner en marcha un movimiento especializado de acción católica para el mundo del trabajo”, junto a experiencias donde se muestra “como los militantes cristianos hacen una tarea en el mundo del trabajo realizan su compromiso, sus experiencias de vida y su formación, a través de la doctrina social de la Iglesia”.
Entre los ejemplos, varios de Ávila, se muestra “su forma de comprometerse, junto con otros, para hacer un camino juntos, que es lo mismo que reclama hoy el papa Francisco”, que se resume en “conseguir una sociedad en la que se respete la dignidad de cada persona trabajadora y que se cuide el planeta”.
La trayectoria de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha sido destacada en la presentación de un libro dedicado a esta organización fundada en 1946.
La HOAC “ha servido para que la Iglesia estuviera más cerca de las realidades más sufrientes de mundo obrero y del trabaja, para que fuera consciente de esas realidades, a la vez que para el mundo del trabajo conociera la propuesta de la doctrina social de la Iglesia”, según ha manifestado Abraham Canales Fernández que, junto a Teresa García Gómez, firman la obra.
En ‘Ahora más que nunca, el compromiso cristiano en el mundo del trabajo’ se recoge la historia de la organización, pero también diferentes experiencias de compromiso de militantes de la HOAC que ratifican “lo que dice el papa Francisco en el prólogo, que el mundo del trabajo sigue siendo una realidad que debe tener todas las atenciones posibles”, porque “la Iglesia sigue pensando que el trabajo es una forma de creación, en términos teológicos, de ganarse el pan y apostar por el crecimiento personal, de compartir con otros, de un compromiso que ahora más que nunca es necesario”.
Trabajo decente
Y es que esta organización, según Canales, propone “la necesidad de un trabajo decente para todos que, si bien parece una obviedad, se encuentra en tela de juicio” porque “las sociedades no permiten que lo haya”, por eso la opinión de la HOAC mantiene “una opinión crítica a favor de la dignidad del trabajador, de que su empleo respete a la persona”.
De hecho, según el autor, que es responsable de las publicaciones de la HOAC, la postura de esta entidad “no ha sido bien entendida en algunos ámbitos eclesiales”.
El libro “aborda lo que pensaba Guillermo Rovisora, el promotor y primer militante de la HOAC, que llevó a cabo el encargo de los obispos españoles para poner en marcha un movimiento especializado de acción católica para el mundo del trabajo”, junto a experiencias donde se muestra “como los militantes cristianos hacen una tarea en el mundo del trabajo realizan su compromiso, sus experiencias de vida y su formación, a través de la doctrina social de la Iglesia”.
Entre los ejemplos, varios de Ávila, se muestra “su forma de comprometerse, junto con otros, para hacer un camino juntos, que es lo mismo que reclama hoy el papa Francisco”, que se resume en “conseguir una sociedad en la que se respete la dignidad de cada persona trabajadora y que se cuide el planeta”.
En la presentación, en la que se ha recordado que en Ávila la organización se creó en 1947, al año siguiente de la fundación, se ha recordado que según la tesis doctoral del historiador Enrique Berzal de la Rosa en 1949 participaban 50 personas, 15 de ellas militantes y las otras adheridas. Según los archivos de la organización, el 27 de noviembre de 1953 se firmó el acta de constitución del Centro Interparroquial de la HOAC masculina y el 29 de enero de 1962 se inicia un libro de actas de la Comisión Diocesana de la HOAC Femenina. De aquella época ha hablado Isaac Muñoz Quirós, ya que sus padres aparecen en aquellos documentos,
También se ha rememorado que a comienzos de los años 80, el sacerdote Luis María Martín, coadjutor en la parroquia de Santiago y recién llegado de misiones en Ecuador, puso en marcha de nuevo la HOAC, de lo que habló en el acto Antonio Gallardo Álvarez, que inició su militancia en aquella época.
Pilar Úbeda Herrero, que forma parte de la organización desde hace poco más de un año, cuando ingresaron cuatro personas, también intervino en la presentación sobre lo que “significa y supone ser militante de la HOAC” en la actualidad.
Claro | Viernes, 03 de Junio de 2022 a las 12:00:25 horas
Es esquizofrénico meter en el mismo saco a la jerarquía eclesiástica, siempre con el poder y con los explotadores, con las reivindicaciones obreras. Quienes piensen que hay compatibilidad entre iglesia y justicia social , no están en el sitio adecuado, a pesar de su buena fe.
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