Y es que día surgió tras el incendio que afectó a Gavilanes y a Pedro Bernardo en 2019, pero la pandemia impidió su celebración los años siguientes. Con el sábado llegó la cita musical, que ha contado durante todo el día con numerosas citas en la plaza del Ayuntamiento de la localidad. Angel Stanich, Anni B Sweet, Kuve, Alis y los grupos locales Aldea Sonora, Gustavo Redondo y Emilia, Pardo y Bazán han tocado de forma acústica en la mayor concentración de recitales que se haya visto en Ávila.

Con el cartel de “no hay billetes”, a las 20 horas comenzaron a salir otros artistas a la plaza de toros, en un concierto, que con un alto para el fútbol, ha tenido como protagonistas a Luz Casal, Miss Caffeina, Niños Mutantes, Second y Lori Meyers. El final de la fiesta ha correspondido a Elyella. También se han programado sesiones con Virginia Díaz, Julio Ródenas y Marcos Manchado al frente de la música.

Toda la recaudación se donará para la limpieza y la reforestación de los montes de la mano de la asociación vecinal Pedro Bernardo Siempre Verde.

Para organizar este evento ha sido fundamental el trabajo de la periodista musical de Radio 3 y TVE Virginia Díaz, cuya familia es de la localidad. Los participantes en el evento “han querido unirse a esta marea verde con el objetivo de lanzar un rotundo mensaje de no más incendios en sus montes”.

“Una marea –ha añadido- que sabe que la mejor manera de combatir los incendios es trabajar en la limpieza y en la prevención, y que sabe también, que para poder dar esos pasos lo primero que hay que hacer es sensibilizar de la situación en la que se encuentran sus montes y los montes de muchos municipios”.

“Alzar la voz para que el problema se conozca. Y qué mejor manera para hacerlo que con música”, ha destacado la periodista, satisfecha por la respuesta a un evento en el que el Ayuntamiento de la localidad ha visto como cientos de personas han llegado a un evento que ha recordado los graves siniestros forestales sufridos.

Antes de 2019, en  Pedro Bernardo se produjo un incendio que quemó 6.000 hectáreas en julio de 1986 y después otro, en septiembre de 2000, que afectó a 4.000 hectáreas, y que junto a los daños ambientales provocó la despoblación de miles de habitantes.