Las declaraciones sobre el hecho de que la prórroga del servicio de autobuses había caducado “se ha demostrado que son falsas puesto que el contrato está prorrogado tal y como contempla un informe técnico”, ha dicho el teniente de alcalde.

Budiño ha señalado que “no todo vale en política” a pesar de que el PP intente demostrar lo contrario, y ha pedido su dimisión tras no producirse una rectificación pública. 

Asegura que con el informe técnico de diciembre de 2020 “debe entenderse expresamente prorrogado en los términos inicialmente pactados a favor de Avanza Movilidad Integral, hasta que se apruebe la nueva licitación”. 

Por Ávila reclama al PP “respeto por los usuarios y por los trabajadores, además de a la propia labor de oposición que deberían ejercer con honestidad”, y pide que “se sume a quienes quieren trabajar y mejorar Ávila, con espíritu constructivo y sin acusaciones falsas”.

Falsedad

Por su parte, desde el Grupo Municipal del PP se ha indicado que las declaraciones del portavoz del equipo de Gobierno “reinciden en la falsedad, en forma de manipulación y tergiversación a la que este señor tiene acostumbrados a los abulenses”, y le pide que haga “menos aspavientos” y se dedique más a “trabajar real y eficazmente por esta ciudad”. 

Le acusan de tener una “amplia experiencia y trayectoria como tergiversador”, por lo que no se se sorprenden que “haya enarbolado un folio subrayado para tratar de justificar su nefasta actuación, una más, como primer teniente de alcalde del Ayuntamiento”. 

Según el concejal popular Miguel Ángel Abad, “la coletilla subrayada en el documento difundido parcialmente no es más que la salida administrativa para que la empresa pueda cubrir el servicio cuando el contrato ha caducado y el Ayuntamiento pueda pagar por él”, y supone “un mecanismo para que la ciudad pueda seguir teniendo autobuses urbanos a pesar de la incapacidad de sus propios gestores públicos”. 

El edil dice que “la intencionalidad de lo que se aprobó en la Junta de Gobierno Local del 14 de noviembre de 2019 era que la nueva licitación se aprobase a la mayor brevedad, por eso se renunció a la posibilidad de una prórroga de diez años”. “Si se hubiera querido una prórroga sine die, que hubieran aprobado la de una década, pero se marcó un año porque se pretendía celeridad”, por lo que cree que “está falseando la voluntad de un órgano como la Junta de Gobierno Local”. 
  
  
Según Abad, “quien tiene que dimitir es quien pretende manipular el foco del asunto, que es que Ávila no cuenta con un pliego de autobús urbano y que el servicio, fuera de prórroga legal, está en huelga mientras Budiño, el alcalde y el resto del equipo de Gobierno se mantienen de brazos cruzados pidiendo ‘por favor’ que se reúnan empresa y trabajadores”.