Del Martes, 30 de Septiembre de 2025 al Sábado, 04 de Octubre de 2025
La procesión de la Virgen de las Vacas ha contado en el lienzo norte de la muralla de Ávila con más público que nunca para el esperado regreso del baile a la popular advocación.
“Hay ganas después de dos años” sin procesión, aseguraban antes del baile los mozos de la Cofradía de las Vacas. La larga procesión, con sonido de cohetes y la dulzaina del grupo Filigranas, ha partido tras la misa a las 8 horas de la mañana del domingo por buena parte de la ciudad, recalando en una veintena de templos. Ante el convento de la Encarnación han parado para reponer fuerzas con hornazo, para luego entrar en las iglesias de San Martín y la de Santa María de la Cabeza. Al alcanzar la avenida de Madrid ha comenzado el baile.
Y entonces la banda de Navalperal de Pinares ha iniciado los sones del pasodoble ‘El gato montés’. Cuando Álvaro Martín, Alberto Jiménez, Ángel Martín y Álvaro Gutiérrez se han puesto bajo la imagen, rodeados de un numeroso grupo de mozos y de decenas de devotos que han llevado a la virgen en volandas. La música marcaba el trepidante el ritmo y todos entonaban el “lo lo lo lo lo lo lo”, mientras que un veterano vaquero les animaba a voces a cada cambio de ritmo: “vamos, chicos”.
En un cuarto de hora han llegado al puente Adaja, cuya glorieta lleva el nombre de la virgen. “Hay un zapato en el suelo”, se ha oído entonces. “Será de quien está descalzo”, ha contestado alguien en broma.
“Ha sido una experiencia inolvidable. Me he sentido espectacular”, ha confesado sudoroso Ángel Martín Arribas, uno de los cuatro protagonistas del baile. “Sobre todo he disfrutado con la gente debajo, cuando vas viendo alegre a todo el mundo”, ha asegurado.
La procesión ha subido después hasta la iglesia de San Juan, donde ha entrado poco antes de bailarse una ‘Salve rociera’ en el Mercado Chico. A las 17 horas la comitiva ha vuelto a salir de regreso a la emita de Las Vacas.
Maria | Lunes, 09 de Mayo de 2022 a las 12:38:41 horas
Ya están de nuevo los de las vacas con sus cohetes y petardos. Insufrible . Son una panda de pueblerinos y poco respetuosos, no hay quien soporte tanto ruido y el sufrimiento que causan a mascotas, personas mayores y niños con autismo. Hay costumbres que son de la edad media. Pena de Ávila.
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