Con ello, Ávila se suma a las celebraciones del centenario de la muerte de Daniel de Zuloaga, con cuyo motivo tuvo lugar en Segovia la exposición temporal 'Daniel Zuloaga. Soy ceramista’ en el museo de San Juan de los Caballeros de Segovia que lleva su nombre, la cual está comisariada, igualmente, por Abrahán Rubio. 

Es impresionante la colección que conserva el Museo de Ávila del ceramista y pintor Daniel de Zuloaga, considerado uno de los renovadores de este arte en España, como ya se puso de manifiesto en la conferencia que tuvo lugar en el mismo museo en 2014, impartida entonces por el historiador y ceramólogo Abrahan Rubio Celada (nacido en 1957).

Ahora, 18 años después, una nueva oportunidad de admirar las creaciones cerámicas de Daniel Zuloaga y conocer mejor su trayectoria artística se nos ha brindado también de la mano Abrahán Rubio, doctor en Historia del Arte y el mejor conocedor de su obra y el universo Zuloaga.

En Ávila, la obra de Daniel de Zuloaga puede contemplarse en las producciones procedentes de la fábrica de cerámica de la Moncloa de Madrid, la cual dirigió con sus hermanos desde su refundación en 1874 hasta 1893, donde coincidió con el administrador de la misma el industrial y político afincado en Ávila Benito Lapeña (1842-1933).

Otra parte de las creaciones de Zuloaga, procede de la fábrica del taller de instalado en San Juan de los Caballeros de Segovia, por la compra que hizo en 1970 a sus herederos el director del Museo de Ávila, Luis Monteagudo García (1919-2018), quien por entonces también lo era interinamente del de Segovia, al que estaba adscrito el Museo Zuloaga.

De dichas creaciones, se conservan los zócalos de azulejos de la Moncloa en la galería del Palacio de Polentinos, siguiendo modelos sevillanos, y en el zócalo de azulejos de la capilla de la Santa, donado por Isidro Benito, de estilo renacentista. 

El empleo en la arquitectura abulense de estos materiales se debe, sin duda, a la intervención de Isidro Benito Lapeña, último administrador de la fábrica que cerró a finales del siglo XIX y padre del arquitecto modernista Isidro Benito Dominguez. Excepcionales muestras de estas piezas se conservan también en la finca abulense de sus herederos.

Otros buenos ejemplos de estos azulejos se encuentran en el Museo de Ávila, los cuales proceden de la colección del marqués de Benavites y de San  Juan de Piedras Albas, muchos enmarcados junto a otros del siglo XVI.

Entre las piezas procedentes del taller segoviano que se conservan en el museo, destacan ‘La gitana Agustina’, quien fue modelo de los Zuloaga y de otros pintores del momento, y madre del bailaor Miguel Albaicín y del torero Rafael Albaicín.