El conductor circulaba a las 10,30 horas del martes al triple de la velocidad permitida a la altura del kilómetro 7,500 de la AV-500, donde existe una limitación de velocidad de 50 kilómetros por hora, ya que se trata de la travesía de esa población.
 
Así, fue detectado por el cinemómetro instalado en uno de los vehículos de la Guardia Civil a 150 kilómetros por hora, siendo detenido a continuación por otra patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Ávila.
 
A los mandos del turismo figuraba un varón abulense contra el que los agentes instruyeron las correspondientes diligencias, antes de remitirlas al correspondiente órgano judicial.
 
El instituto armado recuerda que la normativa de Tráfico recoge que la velocidad máxima para todo tipo de vehículos en travesías es de 50 kilómetros por hora, por lo que los conductores que las incumplan estarán cometiendo una infracción grave o muy grave, sancionada con multa de 100 a 600 euros y la pérdida de entre dos y seis puntos.
 
En el caso de que el exceso de velocidad fuera superior en 60 kilómetros por hora en vía urbana o en 80 kilómetros por hora en vía interurbana a la permitida reglamentariamente, el Código Penal lo tipifica como delito.
 
Un delito que puede ser castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o a la de multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días y, en cualquier caso, a la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
 
        
        
   
	    
    
    
	
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