Se trata de buenas prácticas en la preservación, conservación, gestión y explotación del patrimonio con fines turísticos y dirigidas a las ciudades que forman parte de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes (DTI), de la que La Adrada forma parte desde el 17 de diciembre de 2020.

Desde entonces, según ha recordado el alcalde, Roberto Aparicio, el municipio ha participado "de manera activa en todas las reuniones virtuales con el resto de miembros participantes de la Red", así como en el I Encuentro del Grupo de Trabajo de Patrimonio Cultural de la Red DTI, del que forma parte, celebrado el pasado mes de octubre en Palma de Mallorca.

Aparicio ha destacado la importancia de "implicar a la población local, colectivos y asociaciones en la gestión del destino para rentabilizar las inversiones con buenas prácticas en gobernanza sostenible de los recursos patrimoniales".

En este sentido, ha destacado en el caso de la Adrada la campaña de promoción impulsada para poner en valor los recursos monumentales y patrimoniales a través de las nuevas tecnologías y formas de comunicación; digitalización de los recursos y servicios mediante sistema de audioguías y códigos QR en BIC; y difusión de eventos culturales (exposiciones, conciertos, festivales) desarrollados en monumentos y otros lugares de interés.

Retos

Liderado por el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y coordinado por la Fundación Santa María La Real, el Grupo de Trabajo de Patrimonio Cultural centra su actividad en la gestión de los retos derivados de la crisis del Covid-19, así como de los inherentes a las exigencias de los valores de sostenibilidad y digitalización para la gestión del patrimonio cultural en los destinos. 

Al respecto, a través de dicha guía, el Grupo ha identificado los grandes retos de futuro para el turismo patrimonial: gobernanza y turismo patrimonial; gestión de las personas con programas de formación y participación ciudadana; gestión sostenible y autosuficiente para preservar la identidad cultural; y uso de la tecnología como herramienta para mejorar la difusión y gestión.  

El alcalde ha subrayado que estos retos han permitido clasificar las buenas prácticas que figuran en la Guía y que además están categorizadas por tipologías: adopción de nuevas tecnologías, herramientas de información y promoción, digitalización de recursos y servicios, medidas de seguridad e higiene y actuaciones exclusivas en espacios cerrados.

La guía también identifica las buenas prácticas en función del tipo de recurso patrimonial (zonas arquitectónicas; museos, archivos, biblioteca; monumentos; patrimonio inmaterial; conjunto histórico o paisaje cultural), así como a la etapa del viaje que aplica.