Dentro del plan de la organización para ofrecer a sus agentes vendedores las mejores condiciones de trabajo, la instalación permite que los vendedores se resguarden de las inclemencias climatológicas de las diferentes estaciones del año. “Es el mejor regalo”, ha expresado la vendedora titular del kiosco que, desde hace ocho años, es la encargada del barrio de la Universidad.

El quiosco con este diseño, que se estrenó en Ávila en 2019, ofrece una “total accesibilidad para la persona que ejerce la venta y también para quienes se acercan a compartir unos minutos con el agente vendedor”. Permite la entrada y giro de una silla de ruedas, y dispone de un espacio específico para el reposo de un perro guía y posee una segunda ventanilla a una altura adecuada para los clientes en silla de ruedas.

Además, para mejorar el confort del vendedor, se incluye una silla ergonómica y un reposapiés regulable en altura. El mobiliario cuenta con cajones e incluso, un pequeño armario para poder colgar las prendas de abrigo.
Igualmente, los materiales con los que se construye, la dotación de sistemas de aire acondicionado frío-calor, así como los consumos energéticos son acordes con las más altas prestaciones de eficiencia y respecto del medio ambiente.