La iniciativa de Rafael Sanz surge en su grupo de amigos: “La guerra de Ucrania me causa una inquietud. En principio organicé esta marcha con amigos para compartir y reflexionar, pero fue mandarlo por unos grupos de wasap y la gente se animó poco a poco”, explica.

Y aunque la climatología puede que no acompañe, Sanz afirma que son “muchas” las personas que se han interesado en la idea. “Es una actividad abierta a todo el mundo, cualquiera que quiera participar puede hacerlo”, señala.“La idea es que cada uno piense como puede o si puede ayudar al pueblo ucraniano, hay muchas formas desde recolectar ropa, comida o hacer donativos”.

El recorrido se iniciará el domingo en la glorieta situada frente al monasterio de Santo Tomás (10 horas) para llegar al santuario de Sonsoles andando desde la avenida de la Juventud y por el conocido atajo. “Es un sitio que me gusta mucho, suelo subir muy a menudo, pero lo propuse porque es un lugar emblemático para la ciudad de Ávila y muchos abulenses disfrutan de él, tanto para ir a misa como a los alrededores”, apunta. Con la acogida de la iniciativa, Sanz está animado a crear nuevas caminatas por otros rincones de la ciudad: “tengo pensado hacer una marcha por Fuentes Claras o algún sitio con menos cuesta”.

La ruta tiene un tiempo aproximada de tres horas, con la subida y la bajada. Es decir, los participantes llegarán al punto de salida sobre las 13 horas porque la idea es “disfrutar del camino y reflexionar” de una forma “tranquila”. Por otro lado, Sanz recomienda a los participantes que “vayan abrigados” o con un “impermeable” ante las posibles precipitaciones y con un calzado cómodo para poder andar.