Cintrano estaba empleada en una librería abulense, pero se quedó sin trabajo a finales de diciembre. Su pasión por los libros le ha llevado a montar una librería para seguir desempeñando aquello que más le gusta: “me vuelven loca los libros, para mí es un privilegio tener una librería, más que venir a trabajar, vengo a disfrutar”, señala. El nombre de la tienda, Entre líneas, ha sido elegido por una “encuesta entre amigos y familiares”, porque ella tenía varias opciones en mente.

Nada más entrar y entre el olor a libro nuevo, la mirada va hacia un pequeño dibujo con una inscripción “si aquí ves un sombrero, te hace falta leer” haciendo alusión al ‘Principito’ de Antoine de Saint-Exupéry. Esa pequeña frase puede animar a aquellas personas que aún no se han iniciado en el mundo de la lectura y, sobre todo, sacar una sonrisa a los que conocen la referencia. “A mí no solo me gusta vender libros. Me encanta compartir con el lector, porque yo no lo considero un cliente. Un buen librero es alguien que lee y que le gustan, le apasiona el mundo, despachar lo puede hacer cualquiera”, asegura.

Referencia del cómic y del manga

Para Cintrano, el libro físico sigue siendo mejor que el electrónico: “es otra cosa”. Y no tiene miedo a emprender a porque cree “que la gente sigue leyendo muchos libros”. Por ejemplo, en Ávila el mundo del cómic “está muy descuidado”. De hecho, esta librera nunca había trabajado con este tipo de novelas gráficas; sin embargo, ha decidido crear un espacio para que los jóvenes puedan disfrutar del “formato viñeta”.

“Al final se trata que los chavales lean, y pasan muchos preguntando por el manga o los superhéroes. Es un universo inmenso y a mí me ha sorprendido mucho. Quiero darle importancia a la parte del cómic y ser un sitio de referencia”, afirma.

Y aunque la librería, ubicada en la calle Duque de Alba, sea “pequeña”, no es problema para conseguir ejemplares de todo tipo. “Hoy en día tienes los pedidos en 24-48 horas, es algo muy bueno porque no podemos tener mucho stock como las grandes superficies”, dice.

A veces, no hace falta ni acudir a la tienda para pedir tus libros favoritos. “Hay gente que me manda un wasap para preguntar por un ejemplar y si no lo tengo pedirlo”, señala.