Se trata de una patología que a pesar de su elevada prevalencia e incidencia, porque las cifras no dejan de crecer, “sigue siendo una gran desconocida para la mayoría y requiere de un mayor esfuerzo de prevención y diagnóstico precoz para lograr frenar su crecimiento en España y el mundo”, según Jesús Martín, jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles.
“A pesar de afectar a una parte cada vez más importante de la población, entre un 10-15% de la población adulta, y tener un gran impacto en la expectativa de supervivencia y calidad de vida de los pacientes, la ERC continúa siendo poco conocida para la mayoría de la sociedad”, ha señalado. Y ha advertido: “es un grave problema de salud pública que sigue creciendo y que se conoce como la epidemia silenciosa porque su diagnóstico suele ser tardío, cuando la enfermedad ya se encuentra en fases avanzadas”.
Los datos sobre la evolución de la enfermedad real en España reflejan la gravedad de esta situación, con una prevalencia que ha crecido un 30% en la última década, y con una tasa de personas en Tratamiento Renal Sustitutivo, mediante diálisis o trasplante, en nuestro país que se sitúa en 1.363 personas por millón de población.
Por su parte, la incidencia se sitúa en 141pmp, lo que supone que más de 6.700 personas iniciaron diálisis o trasplante en 2020, año en el que se produjo un ligero descenso en el número de personas que iniciaron TRS debido a la pandemia. En total, más de 64.600 personas con enfermedad renal en nuestro país necesitan un tratamiento que reemplace la función de sus riñones.
Diabetes o enfermedad cardiovascular
Este crecimiento de enfermedad renal se relaciona con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular (responsables del 50% de los casos), la obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo, muchos de los cuales podrían prevenirse con la adopción de unos hábitos de vida saludables, que permitirían frenar su avance, según el jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles.
A ello hay que sumarle que es una enfermedad que presenta síntomas poco reconocibles en sus estadios iniciales, y que cuenta con una tasa de infradiagnóstico que supera el 40%. Además, la tasa de mortalidad ha crecido más de un 30% en la última década, y en 2020 fallecieron más de 5.800 personas en TRS en España, con un aumento también motivado por el virus de la Covid. La vulnerabilidad de estos pacientes se ha demostrado muy alta debido a la imposibilidad del distanciamiento y confinamiento social en las primeras olas, y luego con la confirmación de que generan una menor respuesta inmunitaria a la vacunación, en especial, en el caso de los pacientes trasplantados renales
“En España somos excelentes en el tratamiento en las fases avanzadas de la enfermedad renal, como lo demuestra nuestro liderazgo mundial en trasplante renal o los altos índices de supervivencia de nuestros pacientes, pero es necesario un mayor esfuerzo en las etapas previas, es decir, en prevención y diagnóstico precoz”, ha indicado el doctor.
Plan de salud renal
Y para ello es necesario un plan de salud renal en España, “que recoja todos los esfuerzos y recursos que se pueden destinar para avanzar en las medidas preventivas y de detección precoz, con la colaboración de la Atención Primaria y aunando otras estrategias que también son básicas para mejorar el tratamiento y la calidad de vida de las personas con enfermedad renal”. Por un lado, el fomento de diálisis domiciliaria, con importantes beneficios para los pacientes y para el sistema sanitario, y por otro, un mayor impulso a la donación de vivo, para así reducir las listas de espera, señala Martín.
Por su parte, Vanesa Belmar González, presidenta de Alcer Ávila, que agrupa a los enfermos renales, destaca que la prevención y fomentar la salud renal debe ser una de las prioridades de las políticas de salud. “Tenemos que evitar que las personas desarrollen enfermedad renal y lleguen a tratamiento sustitutivo renal como la diálisis o el trasplante, pues tiene un alto impacto en la vida social, laboral, emocional y familiar”, ha apuntado.
Por todo ello, “es clave la educación para la salud renal en colegios, universidades y todo el sistema de salud, mejorando así la calidad asistencial y aumentando el conocimiento en la población general de la enfermedad renal, para mejorar la atención y los cuidados de las personas con enfermedad renal, sus cuidadores y familiares”.
Las farmacias de la provincia de Ávila colaboran en el Día del Riñón con Alcer toando las tensiones de manera gratuita, según ha destacado la presidenta del Colegio de Farmacéuticos, Inés Barco.
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