El desfile, que parodiaba un cortejo fúnebre, partió el miércoles al ritmo de pasodobles y gaitilla por la avenida de la Triste Condesa. La comitiva realizó la primera parada en la plaza de San Pedro, donde los participantes degustaron sardinas en aceite, repartidas por la Asociación del Centro de Mayores.

El cortejo continúo hasta la plaza del Condestable Dávalos, donde se repartieron sabrosas sardinas asadas y una refrescante sangría para todos los asistentes.

Posteriormente, el alcalde de Arenas, Juan Carlos Sánchez Mesón, y los concejales del equipo de gobierno, Germán Mateos, Laura Martín-Blas, César Moreno y Marina Coria, entregaron el premio a la mejor plañidera, que fue a parar a la Asociación de Jubilados que organiza un año más este acto.