La iniciativa surge de Fran Moya y Bárbara Salado, dos compañeros que practican la meditación tanto de forma conjunta como individual. “Somos amigos y a veces meditábamos conjuntamente y organizábamos meditaciones con más gente conocida. Notábamos que se generaba mucha fuerza y energía”, explica Moya.

Por esta razón, la Asociación de Meditación de Ávila (AMA) busca encontrar a personas “que les pueda interesar y hacer este tipo de prácticas” para poder “hacerlo conjuntamente”. “Surgimos para la gente que le pueda atraer, iniciarse de alguna manera, que puedan tener un espacio o un sitio donde poder empezar desde cero”, afirma.

Despertar espiritual

Para iniciarse “no es necesario tener ningún tipo de conocimiento previo,” tan solo hay que tener “ganas de empezar”. Tampoco se necesita nada especial, pues la meditación puede realizarse en cualquier sitio “en el que puedas estar tranquilo” y, de material, hay quien compra un “cojín” especial, pero no es necesario. Cada persona empieza por algo diferente, en el caso de Moya y de Salado tuvieron una “especie de llamada”, conocida como “el despertar espiritual”, con la que “sientes que tienes que tirar por ahí”.

“El objetivo de la asociación no es servir de consulta, es más bien un punto de reunión y ofrecer lo que nos ha servido a nosotros al resto. Cada uno tiene sus motivos personales para hacer la práctica, habrá gente que empiece a meditar y lo vea como apuntarse a una actividad, pero no consiste en eso”, señala Moya.

Beneficios

La meditación tiene beneficios “físicos, metales y sociales”. “Nosotros los hemos notado y queremos que otra gente también lo pueda hacer y beneficiarse de ello”, explica. Los promotores de esta iniciativa no buscan “dar a conocer algo nuevo”, ya que se trata de una práctica “que se lleva haciendo desde hace miles de años”.

Asociación de Meditación de Ávila ya se ha presentado a la sociedad abulense en un evento que tuvo lugar en el Episcopio y en el que se acercaron los primeros interesados. Por el momento, esperan poder realizar su práctica al aire libre aprovechando los días que la climatología sea la adecuada, aunque no descartan conseguir un local para poder reunirse y “generar mucha fuerza”.