Confesó que sus temas van “de la alegría al desgarro” o a la broma, porque junto a la raíz intimista de muchas de sus canciones, como por ejemplo ‘Guerra civil’, también salen otras
bien distintas, por no decir la divertida ‘El pajarillo’, entre otras, de las 13 que conforman su primer disco, presentado a finales de 2012. Desde entonces ha tenido tiempo de tocar en Cuba, fruto de ser ganadora de un certamen.

Pero en el recital de la noche del miércoles hubo tiempo para más, bien acompañada de su guitarra o de un compacto grupo, o de Adela Torres al violín, tuvo tiempo para un emotivo tema dedicado a Miguel Hernández o para versionear ‘La llorona’ o ‘La chica de Ipanema’, que demuestra su variedad de registros vocales.

Se metió en el bolsillo a los asistentes, que fue un tercio del aforo, porque no sólo con incluir la actuación en dos programas -el de Fiestas de Verano y el de ‘Noches y almenas’- se consigue público para un recital de una voz que llega de Gredos -y que homenajea en ‘Mi tierra’- que, para quien se lo perdiera, debe saber que regresa a tocar el 8 de agosto en San Vicente.