Elaboradas con 600 kilos de patatas, 300 kilos de torreznos, otros 300 de lomo y otros 300 de chorizo, a las 14 horas se empezaron a despachar los menús, después de que los asistentes hubieran hecho cola para adquirir el ticket por un euro.

Cazuela de plástico de revolconas coronada por torrenzos, lomo, chorizo, pan, y agua o vino, y todo ello puesto en el plato por el alcalde, Miguel Ángel García Nieto, y concejales de todos los grupos, además del vicepresidente de la Diputación, Ignacio Burgos.

Pero quien controlaba que todo funcionase fueron los 35 miembros de las asociaciones de vecinos repartidos en el dispositivo de repartir de las bebidas u organizar las largas colas de una jornada festiva organizada por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Ávila (FAVA), cuyo presidente, Luis Lobo, destacaba la asistencia a la cita anual.

La fiesta, con música tradicional de Los Rulix, se prolongó hasta la noche, cuando amainó el calor en El Soto.