El Juzgado de Instrucción número 2 de Ávila ha citado desde esa fecha a los guardias civiles y a los ocupantes que viajaban en el autobús y cuyo estado de salud les permita acudir a declarar. De los 22 viajeros se tiene previsto llamar a 20, exceptuando a la niña de siete años y a una mujer con síndrome de Down.

El accidente provocó la muerte de nueve personas y 22 heridos de distinta consideración en el kilómetro 123 de la carretera Nacional 403 (Toledo-Valladolid), cuando el autobús de la línea Serranillos-Ávila sufrió un grave accidente el 8 de julio.

El conductor quedó en libertad tras prestar declaración ante el juzgado de guardia. En su declaración ante la Guardia Civil al efectuar el atestado dijo haberse dormido, si bien luego ante la juez negó que hubiera sido eso la causa del accidente.

A instancias del ministerio fiscal, la magistrada que instruye el caso solicitó nuevos informes para determinar las circunstancias del accidente, así como las condiciones del conductor, a la vez que decidir si se produjo un delito en el siniestro. También se decretó la intervención de los restos del autobús para investigarlo.

Además de la compañía de seguros del autobús siniestrado, en la causa se encuentran personados el conductor, familiares de uno de los fallecidos, y dos de los heridos en el accidente.