El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ha licitado el contrato para el suministro, instalación y validación de la funcionalidad de dos prototipos de sistemas estáticos de detección de rotura de carril (SEDRC) mediante tecnología de señal acústica, con un presupuesto de 604.914,43 euros.

El contrato tiene un plazo de ejecución de 27 meses, dividido en dos lotes correspondientes a cada uno de los sistemas que "se diferencian en la fuente de vibración": El "lote 1" contempla el suministro de un "demostrador" basado en la inyección de señales acústicas generadas en el propio sistema, por 338.739,98 euros, mientras que el "lote 2" se refiere a la instalación de un "demostrador" basado en la inyección de señales acústicas generadas por el material rodante en el contacto rueda-carril, con un importe de 266.174,44 euros.

Los "demostradores" se instalarán en un trayecto de vía única de "al menos 10 kilómetros" o un trayecto de vía doble de "5 kilómetros" en la línea Madrid Chamartín Clara Campoamor-Irún, en la provincia de Ávila.

Los sistemas que se implantarán como fruto de este contrato complementan el despliegue de un prototipo basado en tecnología DAS (Distributed Acoustic Sensor), que ya está instalado en un tramo de la línea Madrid Chamartín Clara Campoamor-Irún, en la provincia de Burgos. 

Fibra óptica

Este sistema utiliza fibra óptica para "sensorizar la infraestructura ferroviaria y detectar posibles roturas en el carril". La actuación "contribuye a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 9", que tiene entre sus metas "el desarrollo de infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad".

Este tipo de sistemas persiguen "identificar daños en el carril antes de que estos se materialicen y puedan generar algún tipo de incidencia", permitiendo a la vez "planificar las actividades de mantenimiento con antelación, optimizando recursos y minimizando costes".

El contrato licitado prevé que el proyecto se desarrolle en las siguientes fases: planificación, instalación del sistema en una zona inicial de pruebas, instalación del sistema en el emplazamiento final, seguimiento del funcionamiento del sistema y cierre del proyecto.

Tradicionalmente, la detección de rotura del carril se ha realizado con inspecciones visuales o del estado interno de carril, mediante el simple recorrido a pie de trayectos o contando con la utilización de diversas tecnologías de apoyo en sensores, carros manuales o equipos.

Además, los circuitos de vía empleados en algunas líneas para la detección de la presencia del tren "pueden descubrir en ocasiones roturas totales del carril, pero esta no es una de sus funciones básicas y su rastreo de roturas tiene limitaciones". Adif está analizando "las posibilidades que pueden ofrecer nuevos sistemas no embarcados para detectar la rotura de carril".