“Ha faltado a la verdad, no puede demostrarlo”, ha asegurado. “Son faltas a la verdad vertidas sobre mí persona en los últimos meses” por parte del alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que comenzaron cuando la organización, en junio, decidió renunciar a organizar una nueva edición ante el descenso de la aportación económica del Ayuntamiento. A lo que se añadió el anunció del alcalde de la creación de una comisión de investigación sobre el festival, que se celebró por última vez en 2019.

“La única consecuencia” ha sido “la de sembrar dudas sobre mi honorabilidad, sobre mí y mi equipo, y extender una sombra de sospecha que no estoy dispuesto a tolerar”, ha manifestado, exigiendo una rectificación del regidor o que “muestre las pruebas” de las irregularidades que ha dicho que se cometieron. Arroyo no descarta emprender acciones legales.

Sánchez Cabrera ha creado “demasiadas sombras de sospecha”, con lo que “causa daños a los técnicos y funcionarios” municipales, teniendo en cuenta además que la documentación de 2019 “aparecería su propio nombre”, ya que el alcalde lo firmó entonces.

“Entenderán -ha añadido Arroyo- que como ciudadano particular no consienta ni un minuto más que nadie me acuse de comportamientos de dudosa ejemplaridad, porque no es de recibo que quien representa a todos los abulenses señale públicamente a uno de ellos”. Y es “particularmente grave que lo haga faltando a la verdad”.

Desconocimiento

El responsable del festival Abvlensis ha manifestado que cuando el alcalde dice que el evento  musical es caro, lo hace “desde el desconocimiento de la realidad de la industria cultural y. en todo caso, sin establecer la relación entre calidad valor y precio”.

“¿Acaso le corresponde a él establecer el criterio de calidad musical o lo que es normal, bueno o mejor en un festival de música renacentista?”, se ha preguntado, indicando que si se hubiera sido encargado a una agencia hubiera resultado más caro o no hubiera podido celebrarse, destacando que al frente de él estaban “profesionales de reconocido prestigio”. Aparte de que no se ha aludido que el festival llevaba consigo otras actividades formativas y académicas.

Arroyo ha resaltado que otras instituciones y empresas que apoyaron el evento no han puesto problemas a la hora de justificar los gastos.

También ha dicho que los responsables del festival “cobraban”, como “expresamente contempla en el convenio aprobado por el pleno municipal, pero que él no percibió emolumentos cuando era concejal del PP. Arroyo ha indicado que, como edil, sí votó ese convenio con el Centro Tomás Luis de Victoria, pero con un informe en el que se indicaba no tenía intereses en ello y que prevalecía su condición de concejal, aparte que “el voto no era decisorio”.

Por último, el responsable de Abvlensis ha mostrado su “gratitud” a todos los que le han mostrado “su apoyo y cercanía”, entre ellos “varios miembros de todos los grupos” municipales. “Soy la misma persona que ha actuado con rectitud. Me defiendo porque no tengo nada que ocultar y nada que temer”, ha concluido.