Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar, ubicado en Ávila capital. El acusado, por aquel entonces pareja de la madre de la víctima, iba a bañar a la menor cuando se bajó los pantalones pidiéndola que le hiciera una felación.
En la vista oral celebrada en la mañana del miércoles durante más de tres horas, el primero en testificar ha sido el acusado, quien ha reconocido que durante el periodo que su madre estaba trabajando era él quien se encargaba de dar de comer y de bañar a la menor y al hijo que tenía en común con la mujer. “Teníamos una relación buena, cuando la tenía que regañar la regañaba y ya está”, ha explicado.
La madre de la niña, por su parte, ha asegurado que nunca vio un comportamiento extraño o rechazo hacia él.
Fue la menor, que actualmente tiene unos 10 años, quien ha relatado los hechos a través de videoconferencia, y acompañada de una psicóloga. La pequeña ha recordado que, un día, cuando su padrastro fue a bañarla éste se bajó los pantalones y le pidió que le hiciera una felación. La victima, que se encontraba nerviosa y un poco desconcertada al intentar describir los hechos, ha confesado: “no se lo conté antes (a su madre) porque éramos una familia y tenía miedo a romperla”.
Denuncia del hecho
En el juicio también ha declarado el padre biológico y la mujer que entonces era su pareja sentimental, que fueron quienes denunciaron los hechos. La pequeña habría confesado los hechos a su madrastra durante una de las visitas de la menor a su domicilio, en la localidad madrileña de Galapagar. Tras escucharla fueron al cuartel de la Guardia Civil de Villalba para interponer la denuncia.
Por otro lado, la abuela materna de la niña ha asegurado que el acusado “siempre había tratado bien a la niña”, no obstante, consideraba que la menor “no mentía por hacer daño” y que “decía la verdad”.
Además de personas del entorno familiar, han testificado, durante el juicio oral, varios psicólogos, que evaluaron a la pequeña desde su confesión. Han calificado el testimonio de la niña, que tenía entonces cuatro años, como una declaración "cierta", ya que "el elemento central de la historia no había cambiado”.
Se declara inocente
El acusado del delito de agresión sexual ha negado los hechos y se ha declarado inocente: “por un testimonio de una niña con pruebas que no son concluyentes no se puede arruinar la vida de una persona".
Por su parte, la Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual y pide para el acusado una pena de 12 años de prisión y accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. De conformidad con el artículo 192-1 del Código Penal solicita la medida de libertad vigilada por un tiempo de diez años, además de la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio (artículo 192-3), que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por un tiempo superior al de la pena privativa de libertad impuesta para sentencia y una indemnización de 12.000 euros por daños morales a la menor.
Alice | Jueves, 11 de Noviembre de 2021 a las 11:13:49 horas
Pocos años me parecen para este delito tan grave.
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