Con trajes coloridos, dos charangas o filaes y a un paso lento típico de estos desfiles, moros y cristianos han marchado desde el Mercado Grande hasta la plaza del Mercado Chico, con cientos de personas en torno a ellos. 

Representantes de una fiesta que se remonta al siglo XVIII en el sur de la Comunidad Valenciana, han sido aplaudidos, sobre todo el “cristiano” que practicaba juegos con un arma de guerra con varios cuchillos.

Los participantes han llegado desde l'Ollería, localidad de la provincia de Valencia cercana a Xátiva situada en la comarca del Valle de Albaida.