De 54 años de edad, R.G.F. es investigado por nueve posibles delitos de homicidio imprudente. La magistrada de guardia le ha prohibido conducir vehículos de motor mientras dure la tramitación de la causa, según se ha conocido poco antes de las 21 horas, después de que hubiera pasado a disposición judicial a las 18,30 horas.

El conductor tiene la obligación de comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Una vez realizado por los forenses la identificación de las nueve  personas fallecidas en el accidente, el juzgado ha autorizado la recepción de los cadáveres a las familias.

En las próximos días, la juez continuará con la investigación del hecho con la llamada a prestar declaración a otros testigos y examinando las diferentes pruebas recogidas por la Guardia Civil de Tráfico.

Fiscalía

A media tarde se había conocido que el conductor había sido detenido por orden de la Fiscalía, acusado de un presunto delito de homicidio y otro supuesto delito de lesiones por imprudencia.

Al parecer, según fuentes de la investigación, la detención se ha ordenado después de que el conductor, de 54 años, admitiera en su declaración ante la Guardia Civil que “dio una cabezada”.

El conductor, vecino de Serranillos, localidad de donde partió el autobús accidentado, dio negativo en la prueba de alcoholemia que se le practicó y, según el tacógrafo, no conducía a una velocidad excesiva, según la información facilitada desde el Ministerio del Interior.

Secreto sumarial
Antes de conocerse estos datos, el ministro del Interior, Jorge Fernández, había explicado que se había decretado el secreto sumarial y que el conductor, que estaba en el cuartel de la Guardia Civil, iba a pasar a disposición judicial a las 18,30 horas.

Tras visitar a los heridos en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles en compañía del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y antes de acudir al polideportivo Carlos Sastre a ver los familiares de fallecidos, ha explicado que el vehículo es de 1997 y “el seguro y la ITV se encuentran en orden y con regularidad”, habiendo dado negativo en los test de alcohol y drogas.

“No hay dato que se pueda aportar más allá de lo que pueda aportar el tacógrafo”, ha manifestado, ya que aportará información sobre la velocidad a la que viajaba y sobre los descansos del conductor.

Tras indicar que el siniestro se ha producido en una “zona bien señalada” por impactar con el lado derecho del vehículo con el talud, señaló que se trata del más grave desde el que se produjo en Málaga hace cinco años con también nueve víctimas.

Cinturones de seguridad
Aunque la obligación de que los autobuses lleven cinturones de seguridad es para los matriculados desde octubre de 2007, por lo que en este caso no es necesario, eso “no quiere decir que no sea recomendable”, ha dicho el ministro, quien ha dicho que trabajan para que cuando se modifique el Reglamento de Circulación, los que no los tengan deban limitar la velocidad.

“Intentar confortar a los heridos y a quienes no saben donde se encuentran sus seres queridos”, ha sido el motivo de la visita del ministro.