El pasado 2020, año pandémico y de obligada reclusión, aumentó exponencialmente la demanda de este tipo de ocio virtual. La comodidad de jugar desde casa, evitando el contacto con otras personas, la variedad de juegos y la seguridad que ofrecen en las partidas y en las transacciones son más que suficientes para asegurar la diversión y la posibilidad de ganar dinero.
En relación a la confianza que ofrecen, existe un organismo encargado de ofrecer un casino online seguro a los usuarios en España, se trata de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). Es esta institución la que aprueba las licencias con las que debe contar este tipo de plataformas para que ofrezcan las garantías necesarias de seguridad a sus usuarios y jugadores.
¿Cuál es la seguridad que ofrecen los casinos online?
Fue a mediados del 2011 cuando el Gobierno consiguió regularizar el juego online y las apuestas digitales en internet, gracias a la Ley 13/2011 de Regulación del Juego. Se instauró un sistema de licencias que obligaban a las plataformas operadoras a cumplir una serie de requisitos para asegurar al jugador un servicio seguro y justo. Esta ley, que acababa de una vez por todas con el caos existente en el que era fácil encontrar páginas de juegos con softwares trucados o maliciosos, ha estado evolucionando constantemente, adaptándose a los nuevos tiempos y a las necesidades de los usuarios.
¿A qué obliga la ley?
Una web que va a ofrecer servicios de juegos de casino está obligada, como ya se ha indicado, a pasar por el estricto control de la DGOJ, cumplir con sus normas y, finalmente, contar con su aprobación. Un control que no termina con la aprobación de la licencia, sino que estará sometida a una constante revisión, sobre todo cada vez que se acomete una actualización.
Entre otras cuestiones, se tendrán presentes los métodos de pago disponibles, así como los sistemas utilizados para los depósitos. Como norma general, se permite pagar con PayPal, Neteller, Skrill o incluso tarjetas prepago, como paysafecard, así como depositar y retirar dinero a través de tarjetas bancarias (de crédito o de débito).
Será fundamental el control del funcionamiento interno para evitar el fraude y las estafas posibles. Se está obligado, por tanto, a poseer un software Generador de Números Aleatorios (RNG) para asegurar que los juegos de azar no se manipulen ni desde dentro ni desde fuera de la plataforma. Además, se verán forzados a publicar el Retorno Teórico al Jugador (RTP) en todos sus juegos, de este modo, el usuario sabrá las posibilidades que tiene de recuperar el dinero que apuesta.
Por otro lado, deberán garantizar la restricción a menores de edad, ya que, en España, tienen terminantemente prohibido el acceso a este tipo de juegos, considerados de adultos. En este sentido, deberán solicitar el DNI para registrarse.
Por último, tendrán que ofrecer la máxima transparencia, obligados a pasar con cierta frecuencia auditorías externas para estudiar las cuentas y saber si cumplen a raja tabla con las normas a las que obliga la ley del juego en este país. La seguridad y transparencia también incluye a la propia web, que deberá estar encriptada en su totalidad, cumpliendo con la ley de protección de datos, y con un certificado de seguridad digital.