En un escrito dirigido a la Junta muestran su deseo que “el desastre medioambiental sufrido este verano sea un punto de inflexión en la política forestal de la Junta y que Junta tome cartas en el asunto y ponga a trabajar concienzudamente para que estos hechos no vuelvan a repetirse”.

La Junta de Personal que representa a los funcionarios ha mostrado “el más  absoluto agradecimiento a todos los empleados públicos que forman parte del operativo de extinción de incendios” en la provincia que, a pesar de todas las adversidades, “con su enorme esfuerzo y dedicación se dejan la piel para defender los montes  de  las llamas”, especialmente a los agentes medioambientales y técnicos.

“Un verano más el operativo flexible de la Junta ha saltado por los aires de lo tan flexible que es”, ya que “se han visto las costuras a un operativo escaso de medios y falto de protocolos de actuación ágiles y contundentes”, y se ha tenido que pedir auxilio a las comunidades vecinas y recurrir a la Unidad Militar de Emergencias (UME) en varias ocasiones.

Mejoras que no llegan

La Junta de Personal recuerda que desde hace años informa a la Consejería de Medio Ambiente de la precariedad del operativo y de las necesidades, “reclamando una mejoras que nunca llegan o llegan con cuenta gotas”, ya que desde hace varios ejercicios no se firman calendarios y programaciones de guardias “por la inexistencia del personal suficiente para poder afrontar con arreglo a la norma y a los protocolos de seguridad las tareas encomendadas a agentes y técnicos”.

La representación de los empleados de la Junta se preguntan por “¿cuándo se va a poner en  marcha un operativo de extinción acorde a  nuestros tiempos, y no seguir con el operativo actual, más propio del siglo pasado que de éste?”, y para cuándo se llevará a cabo “una adaptación normativa y legislativa que regule el funcionamiento del sistema de guardias de sus empleados públicos, así como unas compensaciones horarias y económicas, coherentes al riesgo y la responsabilidad que llevan inherentes”.

Demandan también “un operativo integral durante todo el año, con total disponibilidad, realizando tareas de prevención en invierno y extinción en periodo estival”, así como cubrir las 400 plazas vacantes en la plantilla de agentes medioambientales, muchas de ellas en la provincia de Ávila.

Brigadas de investigación

Formación a técnicos y agentes medioambientales y poner en marcha las suprimidas brigadas de investigación de incendios forestales son otras exigencias, así como crear centros forestales comarcales con servicios para hacer guardias durante las 24 horas del día para no seguir “haciendo las horas de retén a la sombra de un pino”.

“¿Hasta cuándo la Junta va abusar de la profesionalidad de sus jefes de extinción, como son los técnicos y agentes medioambientales, los cuales llegan a trabajar hasta 18 horas continuas en algunos incendios, y tienen en sus calendarios laborales períodos de seis días de guardias seguidas, debido a la escasez de efectivos en sus plantillas?”, se preguntan desde la Junta de Personal, que también de demanda dotaciones presupuestarias para aumentar el operativo público con más personal y mejores medios.