La cita con la moda que se celebra en Burgos ha sido testigo de la ilusión de 27 jóvenes diseñadores que buscan su hueco en el mundo de la confección. Entre ellos, el abulense Alberto Berrón, quien afrontaba esta experiencia con “mucha ilusión”.

“Es el primer desfile que he hecho de manera oficial. Estoy muy contento. Salí con muy buenas sensaciones, aunque el premio por desgracia no me lo pude llevar, pero después de todo lo que viví es lo de menos”, asegura.

El galardón del concurso de jóvenes diseñadores fue para el burgalés Álvaro Merino. No obstante, el abulense hace un balance muy positivo de su paso por esta experiencia. “El simple hecho de ver el ambiente, de conocer lo que se cuece detrás de las pasarelas, o el factor mediático que tiene este mundo y que yo hasta ahora lo desconocía es ya un premio”, señala Berrón, que además explica que el evento le ha ayudado a “coger soltura y perder la vergüenza”.

Jugar con muñecas

Aunque la pasarela de Castilla y León es el primer concurso en el que ha participado el abulense, su pasión por la moda viene desde mucho tiempo atrás. Berrón creció en Las Berlanas, donde pasó una infancia difícil, ya que su mayor pasión era hacer ropa para sus muñecas, algo poco común.

“Me gusta la moda desde que era pequeñito. Todos los niños de mi edad jugaban con camiones y coches, pero yo no”, explica Berrón, quien asegura que “siempre” ha destacado porque “era muy peculiar que un niño jugará con muñecas”.

A medida que fue creciendo, Berrón decía que quería ser arquitecto, pero cuando llegó el momento de decidir, se acordó de sus muñecas y eligió estudiar Diseño de Moda en la Escuela de Arte de Burgos, contando siempre con el apoyo de sus seres queridos.

Su mayor referente siempre ha sido la firma Delpozo, fundada por Jesús del Pozo, aunque la etapa en la que se siente más identificado es cuando entró el director creativo Josep Font, ya que “le dio un toque renovador manteniendo la esencia de la marca”.

Su colección Arché

Su firma homónima, Alberto Berrón, defiende los ideales clásicos de belleza; solo concibe como moda aquello que las personas desean tener en su armario. Sus prendas prêt-à-couture (modelo entre el prêt-à-porter y alta costura) destacan por la combinación de colores vivos, estampados delicados y volúmenes.

Su colección Arch’ debe su nombre a “un concepto de la filosofía griega que hace alusión a un planteamiento sobre el origen del universo, tomando como base elementos como la tierra, el aire, el fuego o el agua”.

Estos elementos quedan reflejados en las prendas a través del color, los volúmenes o los tejidos. “Por ejemplo, el agua lo representó a través del color azul, las transparencias o las tablas con mucha caída en las faldas”, explica.

A la hora de diseñar, Berrón tiene como tabú el negro y el rojo. “Es curioso porque a la hora de vestir el negro me encanta, pero a la hora de diseñar jamás pinto con ese color, ni siquiera para los accesorios de las modelos”, señala.

Arché contine 30 looks que Berrón realizó para su trabajo de fin de grado el año pasado. Sin embargo, para el concurso de Castilla y León, el diseñador berlanés seleccionó cuatro de ellos: “eran los más representativos, lo que podían llamar más la atención”, asegura.

Taller en Las Berlanas

Berrón termin' el curso de Diseño de Moda en 2020.  Desde entonces, el diseñador ha intentado encontrar trabajo en alguna empresa, sin embargo, la situación es “complicada”. Por esta razón ha optado por montar su propio negocio: “mi objetivo a medio o corto plazo es ahorrar dinero para poder invertirlo en un pequeño taller de costura donde pueda crear mis colecciones y presentarme a más concursos, así como continuar formándome”.

Sobre la ubicación de ese taller Berrón lo tiene claro: “me gustaría que fuera en el pueblo, he crecido aquí y me parece muy simbólico mantenerme aquí”.