Los hechos tuvieron lugar en Ávila en 2019, cuando el acusado, pareja de la madre de la víctima, convivía con la menor de 12 años. Fue entonces cuando se produjeron hasta en dos ocasiones los tocamientos a la menor, según ha señalado el fiscal de la Audiencia Provincial, Javier Rojo, quien explicaba que al ser “la misma víctima y el mismo autor” y al producirse “en situaciones similares, cuando ambos se encontraban en el interior de la vivienda” jurídicamente se considera como “un solo delito de carácter continuado”.

Durante la vista celebrada en la Audiencia Provincial, el acusado ha reconocido el delito de abuso sexual y ha aceptado a pena acordada por la defensa y la fiscalía de dos años de prisión, más siete años de libertad vigilada, así como la prohibición de desempeñar cualquier actividad, ya sea remunerada o no, en la que tenga contacto con menores y una orden de alejamiento de la víctima.

Además, la fiscalía reconoce dos atenuantes para rebajar la pena de cinco a dos años de cárcel, ya que el acusado ha confesado los hechos y quiso “reparar el daño causado” pagando los gastos de la vivienda en la que viven la víctima y su madre, así como la responsabilidad civil “como muestra de su arrepentimiento”.