El prior de la comunidad de los Carmelitas Descalzos, David Jiménez, que ha denominado a la capilla “corazón del centenario”, espera que la capilla brille como nueva el 15 de octubre de 2014, cuando se inicie oficialmente la efeméride. Los trabajos tienen prevista una duración de diez meses, desde el comienzo de los trabajos este martes, que ha calificado como “pistoletazo de salida” de los preparativos.

Con un presupuesto de 200.000, que aportan a medias los Carmelitas y la Fundación del Patrimonio Histórico, tiene un “especial significado”, según la vicepresidenta de la entidad, Rosa Pérez Antón.

Trabajará un equipo de 12 profesionales de distintas disciplinas -restauración, carpintería, iluminación, análisis químicos o fotografía-, con Alberto Santos al frente, quien ha explicado que estado general de la capilla es “bastante bueno”, si bien la policromía sufre un “oscurecimiento general”.

Imagen de La Santa
Entre los elementos a rehabilitar se encuentra la imagen de La Santa, atribuida a Gregorio Fernández y que sale en procesión el día de su festividad, necesita una intervención a consecuencia de los “desgastes” y “roces” de su uso. Debido a que no puede accederse a la capilla, la imagen se encuentra fuera “para que sea visible para los fieles el máximo tiempo posible” y que pueda salir en procesión el 15 de octubre.

Santos ha explicado que las actuaciones se centrarán en el retablo de Santa Teresa, realizado en madera dorada y policromada que, con tallas de la mística y de San José, cuenta con algunas grietas y roturas, así como suciedad, faltas en el dorado, añadidos y desgastes y pérdidas por limpiezas agresivas.

Se intervendrá en los cuatro retablos laterales, en el zócalo de la capilla y en la cubierta interior de los paramentos y la bóveda, cuya superficie decorada es de unos 150 metros cuadrados en pintura mural que imita el jaspe, el mármol y la sillería.

Igualmente, los técnicos trabajarán en los tres óleos de gran formato y en sus suntuosos marcos, donde se representan escenas de la vida de Santa Teresa, así como en las vidrieras del siglo XIX.

Control de visitas
Durante el tiempo de los trabajos se instalarán equipos para medir la humedad y la temperatura, lo que permitirá definir la gradación de esos niveles en este reducido espacio. Y es que la situación actual requerirá que cuando se restaure haya “un mayor control de las visitas en grupos más o menos reducidos” para evitar un exceso de condensación.

Además de estas actuaciones, se realizarán acciones divulgativas como la recreación de una visita virtual en 3D, un cómic dirigido al público infantil, un vídeo del proceso restaurador y un atril fijo con información.