Se trata de una pequeña minina de siete meses, siamesa pura y procedente de Polonia, que ha vencido entre los cuatro gatos ganadores de cada una de las cuatro categorías del concurso.

Los cuatro jueces internacionales valoran la morfología del animal, su pelo, los colores, su mirada… para ello los cogen, los palpan y los observan. “Al final es un concurso de belleza, por eso el gato tiene que estar preparado y limpio, adecentado y en buena condición”, ha manifestado David Hernández, abulense integrante de la Asociación Felina Española (ASFE), organizadora del evento en colaboración con el Ayuntamiento de Ávila.

Las categorías atienden al pelo del animal entre las decenas de razas -de 15 de ellas había representación en el concurso- de los que algunos llegan a superar los diez kilos. Los que no tienen pelo se agrupan con los esfinge y los siameses; mientras que en otra categoría se encuentran los bengalíes, los british y los azul ruso; en una tercera los bosque de Noruega, los Maine con y los siberianos; y, los más peludos, los persas, los ragdoll y los sagrario de Birmania.

Los participantes al concurso han llegado de toda España e incluso de Portugal, en una afición que se encuentra al alza. “Cada vez hay más gatos porque la gente se ha vuelto más cómoda, frente al perro, al que hay que pasearle cuando al gato no”, ha asegurado Hernández, uno de los cuatro criadores abulenses.

Gato modelo

En el recorrido por la exposición, donde no se aprecian maullidos, pueden verse micifuz de todos los tamaños y pelajes y, entre ellos, uno que apareció en un catálogo de El Corte Inglés, como lo atestigua las propias imágenes que muestra el propietario.

En una exposición como ésta las ventas están prohibidas, lo que no impide que sirva como escaparate de los aficionados, que pueden llegar a pagar hasta 3.000 euros por un gato de una de las razas menos frecuentes.

El objetivo de una exposición felina como ésta es el de “reunir a criadores de gatos para el concurso de belleza, y a la vez dar visibilidad al gato, ya que se trata de un animal denostado en la sociedad porque todo el mundo dice que son un poco ariscos”. 

“Cuando es de raza es un gato que se ha criado en casa –ha explicado-, que es muy dependiente de las personas, no al que estamos acostumbrados, que es el gato común europeo, que es más independiente y con un temperamento difícil, por eso aquí demostrados que son muy cariñosos, muy buenos y muy limpios”.

La teniente de alcalde de Servicios Sociales y Hacienda, Ángela García, ha sido la encargada de entregar el trofeo a Nieves Álvarez, de Madrid, propietaria de la gata ganadora. La exposición, que el año pasado reunió a un millar de personas, continua el domingo en el Lienzo Norte (de 11 a 19 horas).