Ante la masiva cantidad de personas que han sufrido adicciones durante el confinamiento, los especialistas han desarrollado técnicas y métodos no convencionales para atacar en profundidad el problema y poder rehabilitar a los pacientes. Gracias a ello, se ha evidenciado un auge en los tratamientos con enfoque holístico para personas con dependencia a los estupefacientes.

Una persona adicta afronta problemas que van mucho más allá de su necesidad de consumir sustancias nocivas: una gran cantidad de pacientes afrontan problemas de su niñez, como afecciones físicas y psicológicas. Por eso, el personal sanitario debe abordar todos los factores del individuo y rehabilitar desde el origen de su problema, enfocándose en la persona. 

El holismo como tratamiento para las adicciones
Según la Real Academia Española, el holismo es una doctrina que analiza la realidad como un todo, enfocándose en la relación de las partes individuales que conforman ese ser completo. En pocas palabras, los especialistas tratan las adicciones de la persona al abordar cada uno de los problemas que poseen en cuerpo y alma.  Este tipo de especialistas difieren de los tratamientos que se centran únicamente en la parte física y que solo tratan al paciente con píldoras.

Mediante los procesos holísticos, el paciente transita por un camino de autodescubrimiento y sanación, donde encuentra el motivo de su adicción. Luego, los expertos en el área se encargan de educar al individuo sobre la condición que padece y le brindan alternativas viables en base a su situación particular. 

Tipos de terapias con holismo 
Algunos consideran que tratar las adicciones con este método es una solución alternativa, ya que no se sigue un programa estructurado y no cuentan con los típicos grupos de apoyo. Sin embargo, los tratamientos holísticos han sido protagonistas de una creciente popularidad, debido a sus valiosos efectos sobre la salud de las personas.

A continuación se desglosan las terapias más comunes en las rehabilitaciones con enfoques holísticos. 

Terapia cognitiva conductual 
Es un modelo de terapia del habla, donde la persona puede descargar sus pensamientos y tomar conciencia de ellos. A través de la autoexigencia, el individuo puede encontrar las respuestas a situaciones en las que se ha visto involucrado en el pasado y que, tal vez, le condujeron hasta allí. 

Este tipo de terapia ayuda al paciente a identificar rápidamente cuáles son los problemas que lo conducen a consumir sustancias nocivas para su salud. En la terapia cognitiva conductual, el paciente se estudia a sí mismo para identificar y afrontar la adicción.  

Terapia centrada en el paciente 
Las personas tienden a sabotearse y a percibir una versión negativa de sí mismos. Como resultado de ello, puede surgir la depresión, la ansiedad y los pensamientos negativos que pueden derivar en la drogadicción. La terapia se centra en inducir a la persona a estudiar y a cambiar la percepción que tiene de sí misma.

Al reconocer lo valiosa que es su vida y cuánto vale como persona, es posible sentir confianza en los retos del futuro, saber cómo afrontar una adicción.

Codependencia familiar 
Las familias y seres queridos también padecen las consecuencias de un adicto en casa. En la mayoría de los casos, por cada persona que consume estupefacientes, existe un cuidador que vela por el bienestar y la recuperación del paciente. 

No obstante, las recaídas y desaciertos del adicto pueden provocar frustración, culpabilidad, ansiedad y preocupación en el familiar, lo que produce una codependencia. Una persona dependiente de sustancias nocivas puede arrastrar consigo a sus familiares, los cuales experimentan obsesión por el paciente. Para ello existen las terapias de codependencia familiar, en las que se aborda a los allegados del adicto para fortalecerlos psicológicamente. 

En definitiva, los tratamientos para las adicciones con enfoque holístico son una alternativa positiva que se ha popularizado entre los tratamientos de rehabilitación. Su abordaje sobre todos los factores que componen al ser humano (mente, cuerpo y alma) no solo puede significar la recuperación del paciente, sino el crecimiento personal del mismo.