Lejos de los multitudinarios torneos con miles de personas en torno a la arena, ahora el aforo es limitado a 500 personas, entre ellas sillas separadas y gradas, aunque decenas de personas buscan acomodo en la sombra sobre las rocas (en el pase del mediodía).

Los caballeros participantes han disputado pruebas como luchas a pie, destrezas a caballo y lanzamiento al estafermo, y todo ello con la finalidad de llevarse a Portugal a los mejores de estas tierras. Con el humor del presentador y el traductor del portugués que se encontraron en el camino de llegada a Ávila, el torneo sacó la sonrisa a los espectadores.

También con el nombre de los participantes, como don Hilario de Bernuy-Salinero, don Víctor de Peñaranda de Bracamonte, don Alberto de Medina del Campo, don Alfonso de Solosancho, don Jesús de Narrillos de San Leonardo, don Alejandro de Las Berlanas, don Rubén de Arévalo y don Daniel de Fontiveros.