La escultura es un homenaje a su nieta, a la que dedicó ésta y otra escultura, ‘Carmen despierta’, y ha llegado en una grúa hasta la puerta de la iglesia de El Salvador, donde completa las 92 piezas de la exposición de Las Edades del Hombre, cuando ya se ha cumplido un mes desde la inauguración de la muestra, por la que han pasado 30.000 visitantes.

El director general de Patrimonio, Enrique Saiz, y el secretario de la Fundación Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez, han recibido la pieza, quien ha destacado con ella se cierra el simbolismo con el que comienza el recorrido, la ‘Alegoría de la fe’, de Mariano Benlliure, en la que la figura sujeta en sus manos el cáliz y la sagrada forma con los ojos vendados, “para simbolizar lo que significa creer sin ver”.

“Se trata de una correlación entre la primera y la última obra”, ya que la obra del pintor realista muestra “la aceptación de la fe de una manera total”, con “el juego de la mujer madura y la niña que necesita cerrar los ojos para buscar la iluminación desde su interior”.

El autor de la escultura no ha podido acudir a la instalación de la pieza por estar en Nagasaki (Japón) en la inauguración de la primera de las tres exposiciones de su obra en el país nipón.

El retraso en la llegada de la escultura ha estado motivado por problemas en el trabajo de fundirla.