Ante estos hechos, los guardias civiles han formulado varias denuncias administrativas a la Ley de Caza, que han sido remitidas a la Junta de Castilla y León.

Los hechos se produjeron el 6 de agosto, cuando la Guardia Civil supo de posibles actividades ilegales, utilizando un arma, en las inmediaciones de una finca situada dentro del término municipal de Ávila.

Una vez allí, los agentes vieron a una persona acompañada por un menor de edad, que se encontraba realizando "el ejercicio cinegético con escopeta en la modalidad de 'al salto', disparando en varias ocasiones a los conejos que deambulaban por dicha finca".

Por ello, los efectivos identificaron al cazador, comprobando que en el interior de un morral portaba un total de diez conejos abatidos con arma de fuego.

Al considerar que realizaba esta actividad en un "terreno vedado, en época de veda, sin la correspondiente autorización y cazando especies no autorizadas -conejo-, los agentes le expidieron las correspondientes denuncias, que fueron remitidas a la autoridad administrativa correspondiente.

Asimismo, le fue intervenida el arma utilizada, siendo depositada en la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila.