Por ello, la portavoz popular, Pilar Martínez, espera que el Tribunal de Cuentas "tome cartas en el asunto”, ya que la cantidad asciende a “casi 300.000 euros de los ejercicios 2018 y 2019". 

Según Martínez, "se dispuso de esa cantidad sin que hubiera consignación presupuestaria para ello en esos ejercicios". 

"Estos presupuestos contienen ese gasto, próximo a 300.000 euros, realizado y pagado con cargo a partidas pendientes de consignación presupuestaria, que no fue aprobado por el Pleno en su día, cuando el PSOE gobernaba en minoría y que ahora el alcalde pretende regularizar cargándolo en las cuentas de 2021", ha apuntado la portavoz del PP.

Por ello, se ha preguntado "cuáles son las verdaderas intenciones del alcalde” a la vez que ha lamentado que esta actuación sea “una más de la trayectoria de opacidad que acumula este equipo de gobierno, gracias al rodillo de su mayoría absoluta". 

Asimismo, ha señalado que los Presupuestos aprobados el pasado día 15 con los 7 votos del PSOE y USIA, con el rechazo de los 4 ediles del PP, “no contienen capítulo de inversiones específicas”, por lo que ha anunciado su intención de trasladar esta circunstancia a la Subdelegación de Gobierno para que “se pronuncie sobre la legalidad del acuerdo tomado". 

"Ya es triste que las cuentas se hayan aprobado con más de siete meses de retraso, pero lo es más que se haga con estas maniobras y que, además, el alcalde, en un alarde de generosidad, tratase de taparnos la boca ofreciéndonos 50.000 euros para que se hiciese en el pueblo algo que nosotros quisiéramos, lo vendiésemos como nuestro y a cambio aprobásemos los presupuestos por unanimidad y con consenso", revela Martínez.