El sindicato advierte que “la situación más crítica se sufrirá en la primera mitad de agosto”, después de que entre el 1 y el 22 de julio se hayan registrado en la provincia de Ávila 8.699 desplazados, que van aumentando cada día, según CSIF y “subiendo cada día”.
Los lugares adonde llegan más desplazados son la zona básica de salud de Sotillo de la Adraa y la de Madrigal de las Altas Torres que, según el sindicato, son personas sobre todo de Madrid, de los que “algunos vienen a ponerse aquí la segunda dosis de la vacuna”. A este respecto el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández, afirmó hace unos días que los sanitarios iban a estar vigilantes para no administrar vacunas a quienes no fueran de Castilla y León ni tuvieran la condición de desplazados.
Pueblos que se llenan
Según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), en Castilla y León “el incremento de usuarios en Atención Primaria se disparará en agosto exponencialmente porque los pueblos se llenan”, y “la situación será crítica en la primera quincena del mes que viene”.
“Al incremento de las tarjetas de desplazados se suman quienes pasan sus vacaciones en los pueblos de Castilla y León, que no solicitan esa tarjeta”, ya que “solo la solicitan algunos de los que están temporadas largas, veraneantes que no cuentan a efectos de pacientes desplazados, pero que sí utilizan los servicios sanitarios”, según CSIF, que llama la atención de “zonas básicas de salud de la Comunidad que multiplican su población varias veces, mientras el personal sanitario, por el contrario, se reduce mucho”.
Además, el sindicato destaca como “los pueblos van a seguir estando llenos de gente después del verano”, ya que como ha ocurrido en este último año, “la pandemia hace que muchos jubilados con domicilio habitual en la ciudad prolonguen su estancia en el pueblo, o incluso la mantengan durante todo el año”, al igual que “muchas personas que pueden realizar teletrabajo mantienen o prolongan esa estancia”.
Contacto social
El sindicato llama la atención que la relajación de restricciones “puede ser muy peligrosa en el medio rural, donde se incrementa enormemente el contacto social de una población llegada de diferentes lugares, y con una falsa sensación de mayor protección que da el pueblo”.
CSIF alerta de que comienzan a comienzan a enfermar los mayores ya vacunados y que la Covid-19 “ha llegado a los pequeños pueblos de la Comunidad, incluso en los que han estado libres de virus durante las olas anteriores, con cepas con alta transmisibilidad, por lo que al final acaba llegando a los mayores”.
Según CSIF, “no es posible atender con calidad sanitaria a los pacientes”, ya que “al no haber sustituciones, a cada profesional sanitario le toca asumir el trabajo de otros compañeros y, en muchos centros de salud la población se multiplica hasta por diez durante los meses de julio y agosto”, teniendo en cuenta que los médicos y enfermeras rurales generalmente tienen cupos que abarcan a varias localidades, en función de distancias al centro de salud, o de las tarjetas sanitarias habituales adjudicadas por cupo.
“Ahora es imposible atender a ese desproporcionado aumento de población, y no podemos dejar de dar asistencia a nuestros pacientes, algunos de ellos con problemas crónicos graves u oncológicos”, con una demanda que “desborda los centros de salud rurales”.
Según el sindicato, “la falta de sanitarios ha hecho que muchos centros de salud, que hasta hace unos años disponían del refuerzo de un médico y una enfermera para la atención de pacientes desplazados, ahora no dispongan de ellos, por lo que en las ya precarias plantillas de estas zonas se agrava la presión de trabajo”.
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