La XXXV promoción de la escala básica, compuesta por 2.875 agentes, ha celebrado su jura con 1.370 policías, ya que el resto tomará posesión de sus puestos en las respectivas comisarías donde han hecho las prácticas policiales. El año pasado la jura se suspendió  y se celebró en todas las comisarias de España.

El público, que en la última jura de 2019 llegó a las 16.000 personas, ha brillado por su ausencia en las gradas del estadio, ya que razones sanitarias han obligado a no permitir que acudiesen al centro de formación policial. Eso sí, decenas de familiares de los nuevos agentes los han esperado a la salida de la Escuela de Policía, mientras que hasta 4.000 lo han seguido en directo por el canal de YouTube de la Policía Nacional.

El acto ha sido más breve que nunca y ha terminado en 40 minutos, ya que no ha tenido lugar la entrega de despachos en mano a cada uno de los nuevos agentes. De los 2.875 integrantes de la nueva promoción, 2.139 son hombres y 736 mujeres. Lo que sí se ha celebrado es, al final de la jura, es el tradicional gesto de lanzar las gorras al aire por parte de los policías.

"Estamos logrando recuperar la normal actividad institucional, aunque la pandemia nos impide celebrar este día como nos habría gustado", ha dicho el ministro en su intervención. Grande-Marlaska ha entregado una placa de reconocimiento a Manuel Jiménez Serrano, el policía con mejor aprovechamiento académico de la promoción.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presidido el acto, acompañado del  secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz; el director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo; y el alcalde de la capital, Jesús Manuel Sánchez Cabrera; y el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández.