Al primero de ellos se le considera presunto autor de un delito de falsedad documental y usurpación de estado civil, y al segundo por colaborador necesario e inductor del mismo hecho delictivo.

Fue después de que terminasen de hacer la prueba teórica, cuando los agentes quisieron verificar la identidad de la persona que realizó el examen, al haberse observado anomalías en su documentación.

En ese momento se vio que uno de ellos poseía un amplio historial delictivo por hechos similares de suplantación de identidad y falsificación de documentos públicos en otras jefaturas provinciales de Tráfico. Además, sobre él constan varios requerimientos judiciales, entre ellos dos de ingreso en prisión, por lo que se instruyeron diligencias y fue puesto a disposición judicial.

Penas

La Guardia Civil ha recordado que estos delitos se castigan con penas de entre seis meses y tres años de prisión, y multa de seis a 12 meses, según el artículo 392 del Código Penal en el caso de falsedad documental, y a una pena de prisión de seis meses a tres años en el caso de usurpar el estado civil de otro, según el artículo 401.

Con esta actuación “se ha evitado que se obtengan de forma fraudulenta permisos de conducir españoles careciendo de los conocimientos necesarios relacionados con la seguridad vial, normas de circulación y señalización, lo que supondrían un grave peligro para la seguridad del resto de conductores”.

La actuación se enmarca dentro de las actividades de investigación y colaboración que llevan a cabo Agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil en Ávila y funcionarios de la Jefatura Provincial de Tráfico de Ávila, para evitar y detectar este tipo de conductas y que se realizan en el aula de exámenes para la obtención del permiso de conducción.