Sánchez ha contado cómo tenía "mariposas en el estómago cuando iba a salir a competir" en Croacia, en el europeo, pero que "cuando hacía el kata" se le quitaban". Asimismo, se ha mostrado "orgullosa de haber defendido los colores de España".

Por su parte, Duque ha entregado unos recuerdos a la deportista, entre ellos el libro 'Mujeres que dejaron huella en Ávil", con el deseo de que "dentro de unos años, en otra edición, Lucía aparezca entre sus páginas por sus méritos deportivos". También la ha animado "a que siga ganando y llevando el nombre de la provincia a lo más alto".

La karateka ha estado acompañada por sus padres, José Manuel Sánchez y Loli Rosado, y su entrenador, Vicente Domínguez. El preparador ha definido a Lucía como una deportista "trabajadora, con tesón y compañerismo, solidaria y con una gran capacidad y perseverancia para ir a por los objetivos que se marca". Además, ha destacado que "en poco tiempo está consiguiendo un palmarés excelente a nivel regional, nacional e internacional".

 
Lucía Sánchez tiene 18 años y empezó hace nueve a practicar kárate. Su próximo objetivo es ser convocada por la Federación Española para el Mundial que tendrá lugar en noviembre en Dubai y tras el que ha deseado regresar a la Diputación con otra medalla.