Con una inversión de 26.000 euros, la carretera atraviesa por Arévalo, Palacios Rubios, Noharre y Crespos. Los elementos que componen la señalización son un “radar pedagógico”, un sistema adecuado tanto para vías de un solo carril como para vías unidireccionales de dos carriles, de tal modo que cuando el vehículo en aproximación al radar sobrepase la velocidad permitida en la vía, este mostrará en rojo la velocidad de dicho vehículo, incluyendo además el encendido de dos o cuatro focos led de color ámbar.

Su uso sirve para recordar y prevenir a los conductores sobre el límite de velocidad en zonas urbanas, sobre todo en zonas escolares, puntos conflictivos de retenciones o proximidad de intersecciones.

También se instalará una señal con un sistema de leds de alta luminosidad, que ayudará a captar la atención de los conductores para que perciban la posible peligrosidad, restricción, obligación o indicación general con mayor eficacia.

Reducur la siniestralidad

Según Federico Martín, diputado provincial del Área de Cooperación Económica e Infraestructuras, “el objetivo es mejorar progresivamente la seguridad vial, aplicando las nuevas tecnologías en las travesías de las carreteras provinciales y tratar de reducir, así, la siniestralidad en ellas”.

Se ha elegido esta carretera “dado el numeroso tráfico de vehículos ligeros que soporta, así como el aumento de la circulación de maquinaria agrícola, autobuses y camiones acontecido en los últimos tiempos, lo que hace que tenga uno de los IMD (Índice Medio Diario) más elevado de las carreteras provinciales".

“Este sistema es muy útil en lugares de especial riesgo y peligrosidad en los que, por circunstancias de la vía o lugar, es necesario que el conductor preste mayor atención a las indicaciones de señalización, especialmente en áreas de precaución, rotondas, pasos de peatones o urbanizaciones”, ha explicado Martín.