Obra del escultor extremeño Fernando Montero de Espinosa, el busto se encuentra en un rincón de la plaza, y ha sido descubierto antes  de la misa que ha inaugurado el congreso dedicado a conmemorar el 50 aniversario que la santa abulense fuese declarada doctora de la Iglesia. 

En la celebración eucarística se ha conocido la carta que el papa Francisco ha remitido al obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, que ha dicho que, a la imagen de Juan Pablo II que se encuentra en la iglesia de San Ignacio se une ahora ésta. Y es que el papa polaco tuvo una “especial predilección” por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, “porque en su historia personal, como él dijo, la influencia de los santos abulenses ha sido importante en su vida espiritual, y en la de su país, Polonia”.

Gil Tamayo ha recordado que Juan Pablo II dedicado su tesis a la teología sobre la de de San Juan de la Cruz.
El obispo se ha referido a la invitación hecha al papa para que visite la capital abulense. “Ávila le espera”, ha manifestado, a la vez que ha mencionado la intención del pontífice de viajar a países de menor presencia católica: “somos conscientes primero de la edad del Papa” y de su “prioridad a los países más pobres y más necesitados”.

“Aunque las razones humanas le desaconsejan que vaya, ha ido a Iraq, pero él en eso es un intrépido de Dios y quiere estar en los escenarios de los más pobres, de los más necesitados, para que se oiga su voz y prestársela a los que no la tienen, y sobre todo ser heraldo de la paz”, ha expresado el obispo tras descubrir el busto, que se encontraba envuelto en una bandera del Vaticano.