El condenado, que se encuentra en prisión provisional desde el 16 de octubre de 2019, dos días después de que sucedieran los hechos, también deberá indemnizar al agente con 9.075 euros en concepto de responsabilidad civil, tras haberle ocasionado hasta tres lesiones de entre 5 y 12 centímetros de profundidad con un arma blanca en el cuello y un hombro.
Según consta en la sentencia, el guardia civil recibió tres heridas incisocontusas en la zona cervical y en la "región tricipital del miembro superior izquierdo", requiriendo ingreso hospitalario y en el proceso un total de 58 días, de los cuales "cinco fueron de perjuicio grave".
Durante el juicio oral, todas las partes modificaron sus conclusiones provisionales, hasta confluir en la petición de los 7 años y medio de cárcel y la indemnización de 9.075 euros. Así, tanto el ministerio fiscal, como la acusación , rebajaron los 11 y 14 años de prisión que solicitaban, hasta los 7 y medio que también admitió la defensa. También coincidieron las partes en la indemnización.
En el fallo hecho público este viernes por el TSJCyL figura que el condenado está diagnosticado desde 2009 de un "trastorno psicótico" y de un "trastorno de la afectividad por trastorno distímico de etiología psicógena que, sin embargo, no afecta a su capacidad volitiva e intelectiva".
Hechos probados
Los hechos probados se produjeron en la tarde del 14 de octubre de 2019, cuando dos agentes de la Guardia Civil que se encontraban de servicio en ese momento, recibieron un aviso para que acudieran a una vivienda de El Tiemblo por un supuesto caso de violencia de género.
Tras intentar localizar la casa, finalmente dieron con con la misma y hablaron con S.A., que negó cualquier hecho de esas características. Así, mientras uno de los agentes hablaba con el condenado, su madre y un hermano, en presencia de un hijo de S.A., el otro guardia civil trataba de hablar con su mujer.
En un momento de la conversación, la esposa del condenado se llevó "las manos al cuello, siendo interpretado ello por el agente como que el acusado la había agredido, expresándole el guardia civil a su compañero que pidiera refuerzos".
"En ese momento, inopinadamente, y mientras el agente solicitaba los refuerzos, S.A. irrumpió en el interior de la vivienda y, acto seguido, volvió a salir, portando un cuchillo de cocina de 20 centímetros de hoja en la mano derecha", según figura en la sentencia.
Tres lesiones
Con el arma blanca en la mano "realizó, al menos, un movimiento descendente que alcanzó al agente en la zona del cuello y otro posterior lateral de izquierda a derecha con el que le alcanzó en el hombro izquierdo". Los hechos fueron contemplados por el otro agente y por el hermano de S.A., que reconoció haberlo vistocon una "navaja en la mano, dando un golpe al agente".
Después de resultar herido, el guardia civil "se dirigió a un callejón adyacente" mientras el hermano "forcejeó" con S.A. para "arrebatarle el cuchillo, producto de lo cual se introdujeron ambos en el domicilio, en concreto en la cocina, mientras llegó el otro integrante de la patrulla policial".
Tras arrebatarle el arma blanca a su hermano, entre ambos redujeron a S.A. y lograron "engrilletarle y sacarle a la calle, donde profirió expresiones en castellano tales como 'Yihad, le tenía que haber matado', mientras que a su hermano se dirigía en su idioma".
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